Un refugio en A Coruña para romper con la soledad de doce mayores Lgtbiq+

Un refugio en A Coruña para romper con la soledad de doce mayores Lgtbiq+
El presidente de la Fundación 26D, Federico Armenteros, y Paco Novo, miembro de la entidad en A Coruña | Mónica Arcay

Una lucha de derechos que da pasos agigantados, pero que todavía no ha llegado a su fin. Una memoria colectiva por los que comenzaron el camino para que otros pudieran vivir en libertad. Los mayores del colectivo Lgtbiq+ iniciaron una batalla por la igualdad mientras eran perseguidos por el simple hecho de ser. Ahora necesitan ayuda para volver a romper barreras, las de la invisibilidad. 


“Hay una necesidad de salir de ese aislamiento al que se nos ha sometido. Hemos sido educados desde nuestro nacimiento a que no se nos note, que estemos ocultos, que no tenemos derechos y que nadie nos va a querer, y eso ha calado. Hay que romper con esto y hacer ver que ahora tenemos derechos y que nuestra voz y presencia son importantes”, asegura el presidente de la Fundación 26D, Federico Armenteros. 


Esta entidad trabaja desde hace más de una década para combatir la exclusión social y la soledad de los mayores del colectivo. Lo hace desde su sede de Madrid, pero en A Coruña ya han creado un grupo de trabajo compuesto por 22 personas que se reúnen cada quince días y en el que se desarrollan diferentes actividades. “Se les ayuda a ver que son ellos los protagonistas para que se sientan activos y participativos”, dice. Esto, sin embargo, es un proceso largo: “No es como dar una receta y tomar la medicina”, explica Armenteros. 

 

El año que viene la fundación dará un importante impulso, y es que la ciudad contará con el primer piso tutelado para mayores Lgtbiq+ de la comunidad gallega. Este se localizará en la calle de Manuel Azaña, en Los Rosales, y contará con doce plazas públicas. Para ello han contado con la ayuda del Ayuntamiento, que ha concedido la licencia de apertura.

 

‘Rearmarizarse’


El fin no es otro que aportar recursos de habitacionalidad para poner fin a los problemas que sufren estas personas a la hora de acceder a una residencia. “Al vivir de espaldas a sus vidas, tardaron mucho en salir del armario. Cuando llegan a situaciones de dependencia, de tener que acudir a una residencia, no quieren volver a pasar por todos esos momentos en los que tuvieron que reprimirse; es aquí donde vuelven a ‘rearmarizarse’, dice Paco Novo, miembro de la fundación.

 

En A Coruña calculamos que hay 2.000 personas mayores del colectivo, pero no sabemos dónde están


Para acceder al piso ya han llegado solicitudes. Novo aclara que no será un gueto, sino “un modelo en el que cualquier persona, independientemente de su condición, sepa a dónde acude: un lugar en el que se fomenta la igualdad y la inclusión”. Este refugio abrirá un horizonte donde los prejuicios no tienen cabida. “En A Coruña calculamos que hay 2.000 personas mayores del colectivo, pero no sabemos dónde están”, concluye. 

Un refugio en A Coruña para romper con la soledad de doce mayores Lgtbiq+

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