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viernes | 19 abril | 2024
El coste del metro cuadrado en las viviendas que se vendieron en A Coruña en 2021 rondó los 2.050 euros, un valor tan solo superado por Vigo, donde las operaciones ascendieron a los 2.100 euros. Así lo indica la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), en su último balance anual de transacciones inmobiliarias en Galicia.
Si se tiene en cuenta el alquiler, el precio de los inmuebles de la ciudad se sitúa en los 7,80 euros por metro cuadrado, también superado únicamente por Vigo, con 8,80 euros. La cifra coruñesa supera, tanto en arrendamiento como venta, la media gallega. En el primer ámbito esta registra un valor de 6,80 euros por metro cuadrado, y en el segundo, 1.450 euros.
Galicia superó, a lo largo del pasado ejercicio, las 20.000 compraventas de viviendas por primera vez desde 2008, lo que supone un volumen de transacciones inmobiliarias de más de tres millones de euros. En cuanto a las previsiones para este año, Fegein expone que todo dependerá de los costes de construcción, el alza de los precios en viviendas nuevas y usadas, la escasez y encarecimiento de las materias primeras y la rehabilitación de las viviendas. “Estos son los principales retos y adaptaciones a las coyunturas que el sector inmobiliario gallego se enfrentará de cara a este año”, refleja el informe.
Así, lo que está claro para la patronal inmobiliaria es que las tensiones de precios se producirán, sobre todo, en el mercado del alquiler y con las ciudades de A Coruña y Vigo como las más afectadas en precios y oferta menguante.
El sector inmobiliario gallego, por lo tanto, está en pleno proceso de crecimiento y consolidación de su recuperación. Desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias prevén un mayor volumen de venta de inmuebles y más facturación para el sector en este ejercicio, además de esperar que la inversión en vivienda crezca un 20%.
Las grandes líneas que marcarán el circuito inmobiliario durante los próximos doce meses serán seis, según la patronal: el éxito de la vivienda de segunda mano; la gran demanda de inmuebles de dos o tres dormitorios; el incremento de precios; la vivienda concebida como una inversión; los jóvenes como nuevos protagonistas; y la escasez de compradores foráneos.
