Con motivo de la nueva muestra de la Fundación MOP ‘David Bailey’s Changing Fashion’, las modelos Penelope Tree y Catherine Bailey aterrizaron en el muelle de Batería para hablar de sus trayectorias y su relación con el artista.

Estas dos de las grandes musas del fotógrafo, que agotaron las 200 butacas disponibles en el recinto, charlaron sobre su carácter, su vida y obra.  Catherine Bailey, su mujer, también fue muy fotografiada por su marido. Tree aseguró que ver a Bailey por primera vez “fue como una descarga eléctrica, un momento electrizante”.

Pese a que sus padres no lo permitieron, ella se aventuró con las sesiones de fotos. “Conocer a Bailey, para mí fue demoledor, pero al mismo tiempo sentí esa conexión con él que hizo que fuésemos pareja durante años”, aseguró la modelo.

Por su parte, Catherine siempre supo de Bailey gracias a su madre; pero conoció al que sería su futuro esposo en los estudios Rock Tree. “David era muy atractivo; tenía una mirada penetrante”, afirmó.

Tree matizó que era muy seductor, pero a veces “contenido”. Incluso, a veces, “te miraba como un objeto y era un maleducado, flirteando”, y todo ello obedecía a que pasaba por muchos estados anímicos en una misma conversación o sesión fotográfica.

La esposa del fotógrafo británico puntualizó que a menudo se enamoraba de sus modelos. “Intentaba sacar lo mejor de ti, aunque estuvieses enfadada”, recordó.

“Yo no tengo estilo, es la persona que estoy fotografiando la que lo determina”. Esta frase de Bailey definía su obra. Penelope Tree reafirmó que él no entraba al rodaje con una idea, improvisaba, “le gustaban los errores”.

“Tenía una memoria visual alucinante, siempre estaba emocionado, pero sabía exactamente cuál era la toma antes de verla sobre el papel”, afirmó em este punto Catherine Bailey. “Tenía una agudeza visual impresionante, a diferencia de verbal”, djo entre risas su actual esposa. “Yo le cuestioné una vez la foto que me estaba sacando y me dijo: ‘cállate’”, recordó.

Experiencia

“Mezcla de atracción, terror y vergüenza”. Así se resumió Penelope Tree su experiencia con el fotógrafo, tanto en el plano profesional como personal.Mantuvo una relación de varios años con el fotógrafo y aseguró que, como modelo, “el primer año con Bailey era todo maravilloso, pero el problema era que había muchas chicas que venían cada día al estudio”. “Era muy atractivo y todas tonteaban con él. Fue mi primer novio y perdí la confianza en mí misma”,. apuntó. “Como estuvimos juntos varios años y la relación fue progresando y no fue muy bien debido a mis celos y sus flirteos yo llegué a pensar que era una ‘modelo falsa’, llegó a minar mi autoestima, perdí esa autoconfianza”. Una percepción sobre sí misma que ‘curó’ con el libro que escribió hace poco, ‘Piece of my heart’, “donde exploré esos sentimientos”.

Cuenta que a los 21 años tuvo un brote de acné: “Era infeliz en mi propia piel”. Un reflejo de cómo se sentía, de lo poca cosa que se sentía. “Para él no había límites, era una persona muy apasionada por la vida en general, siempre hizo lo que quiso”, se extendió Penelope.

Por su parte, Catherine, que es su mujer desde 1986, cuenta que, cuando comenzó su relación con él, “ya conocía su trayectoria amorosa”. Admitió  que a él le gustaba jugar con los celos, “busca tu vulnerabilidad, es como un tiburón cuando busca la sangre”. “Es muy posesivo, cuando está con una persona lo quiere hacer todo contigo”, resumió la cuarta mujer del fotógrafo.