El presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Martín Fernández Prado, destaca que las “perspectivas” de futuro de Langosteira son “muy buenas” y que se espera que “siga creciendo” durante los próximos años debido a que están pendientes de desarrollo nuevos proyectos que supondrán la llegada de nuevos operadores y de nuevas rutas marítimas.
La infraestructura todavía tiene pendiente el desarrollo de dos importantes actuaciones: el Green Port y el acceso ferroviario. El primero supondrá la implantación de varias empresas en la dársena, con iniciativas vinculadas a las energías verdes como el hidrógeno y el amoníaco, además de fábricas de aerogeneradores de energía eólica marina.
“Todos estos proyectos tendrán un gran impacto en la generación de empleo, así como en la reducción de emisiones de dióxido de carbono, estando prevista una reducción de al menos 800.000 toneladas al año. El proyecto tendrá un efecto tractor y contribuirá también a impulsar la transición ecológica de las industrias de nuestro entorno”, según asegura el Puerto coruñés.
La otra actuación es la puesta en funcionamiento del ramal ferroviario que conectará el Puerto Exterior con la red general. La previsión es que esta obra esté acabada en 2027. Según afirma la Autoridad Portuaria, esta infraestructura permitirá a Langosteira dar “un salto de calidad” para atraer a nuevos operadores y nuevos tráficos que necesitan del tren. Uno de esos casos son las descargas de cereales, que aún se realizan en los muelles interiores, según recuerda el organismo portuario.
El acceso ferroviario se compone de dos actuaciones: un ramal de acceso a Langosteira de 6,7 kilómetros de longitud y una red ferroviaria dentro del propio recinto portuario, de 7,5 kilómetros de vías.
Si Repsol ya es una empresa clave en Langosteira, lo será todavía más en los próximos años. El Puerto señala que ya se ha ejecutado la primera fase del traslado de esta firma a los muelles exteriores, es decir, las descargas de crudo.
La segunda parte de este traslado afecta a los productos refinados, que actualmente llegan al puerto interior.
La Autoridad Portuaria también explica que el crecimiento de Langosteira estará “condicionado” a su “capacidad” de “afrontar” nuevas inversiones, como es el caso de la urbanización de los terrenos de la zona sur, donde está previsto que se instalen los proyectos vinculados a las energías verdes, como la eólica marina y las factorías de hidrógeno y amoníaco. Esto quiere decir que el organismo portuario necesita lograr captar financiación externa para asumir nuevas obras.
Tras los hidrocarburos, los graneles agroalimentarios son el segundo sector más importante para el puerto coruñés, el primero del norte de España en tráfico de piensos y cereales, destinados a alimentar a la cabaña ganadera y avícola gallega y de zonas limítrofes de Asturias y Portugal. Los cereales también son la materia prima para la elaboración del bioetanol que se produce en la planta de Vertex en Teixeiro, a unos 60 kilómetros del puerto, que genera un tráfico de varios trenes semanales.