Emilio Barrul Jiménez cantaba sobre el escenario de ‘La Voz Kids’ y David Bisbal reconoció que se había quedado sin palabras para describir lo que escuchaba. Alguien dijo que, cuando las palabras faltan, es que sobran. Pero no cabe duda de que este prodigio de 16 años, salido de Labañou, aún dará mucho que hablar.
La semifinal que el público sentado frente al televisor vivió el pasado viernes estaba grabada, así que estos últimos días ha estado de vacaciones por el sur. Allí el flamenco es más popular que en Galicia, así que en Cádiz le pararon algunas veces. “Es algo raro”, reconoce. Para Emilio, la fama es todavía algo a lo que tiene que acostumbrarse.
Brilló cantando un tema de Alejandro Sanz y, aunque no haya pasado a la final, él se siente ganador. “Ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido. Se trataba de un concurso pero nos tratábamos bien y haciendo lo que nos gustaba”, comenta. “Bisbal le pasó a Alejandro Sanz la versión de Emilio y dijo ‘Qué bonito, qué chulo’”, asegura su tío, José Barrul, uno de sus más entusiastas apoyos.
Todo comenzó hace ya un año y, durante todo este tiempo, ha trabajado en estrecho contacto con Bisbal, y recibido muchos consejos del almeriense, al que el chaval impresionó con su interpretación de ‘Aroma de mujer’, de Parrita. Fue así como lo eligió para su equipo.
Al joven de Labañou también le causó una buena impresión la estrella. “Es un tío muy humilde, muy buena persona, muy amigable. Te trata como si lo conocieras de toda la vida”. De todos los consejos que le dio, Emilio recuerda uno de casi al final. “Me dijo que tocara como si estuviera solo, practicando, que no intentara hacerlo mejor”.
Afortunadamente, él no está solo. De hecho, ha estado arropado por su familia y amigos durante toda la aventura, y después de la emisión de la semifinal, estuvieron celebrándolo en la noche del sábado durante horas. Medio centenar de personas se reunieron en una gran fiesta. No es para menos: se ha convertido en el orgullo de Labañou, aún más extraordinario porque una nueva voz del flamenco haya surgido aquí, en A Coruña, y no en el sur, donde hay mucha más tradición.
Su tío asegura que ha recibido muchos apoyos de las redes sociales, incluido su colegio, el Calasanz. Nacido en una familia trabajadora, el joven de 16 años conoce el valor del esfuerzo, y eso Barrul lo recalca: “Cuando sus amigos se iban por ahí, él se quedaba en el bar ensayando con su padre. Todos los sacrificios que hizo no han caído en saco roto”.
Emilio sabe que su vida ha cambiado para siempre gracias a este programa de televisión. Él no se plantea otra vida que no sea la guitarra y el canto. Aún tiene que aprender y, de hecho, sus padres ya le buscan una academia donde pueda seguir formando su voz, que todavía está en proceso de desarrollo, siendo como es todavía un adolescente. “No quiere más que cantar, tanto a una niña de un año como a un señor de ochenta. Tiene un carácter especial, un gran carisma”, afirma su tío, que se deshace en elogios.
Es muy posible que su carrera le lleve fuera de A Coruña, aunque él confiesa que le gustaría seguir viviendo aquí, donde se siente arropado por los suyos. Sabe que la vida de un músico implica viajar mucho, y él todavía es menor de edad, así que su familia le acompañará en sus primeros pasos, si es que tiene que mudarse a Madrid. Pero, le lleve a donde le lleve la música, le gustaría que su primer concierto profesional fuera en A Coruña. “Sería bonito”, reconoce