El estilo que más triunfó en este Morriña Fest fue el Cowboy. Gorros, botas, tachuelas… un sinfín de componentes para aparentar que, ahora, A Coruña es el viejo oeste.
Sin embargo, también hubo quien quiso innovar y marcar la diferencia. Con un estilo propio y auténtico, varios solteros que celebraban su despedida en el festival quisieron dar la nota.
Es el ejemplo de dos chicos que se casan este año, pero por separado. Uno vestía el traje típico de torero, con sus hombreras y marcando paquete. Su amigo, una sevillana que ya llevaba un pendiente ‘alocao’.
Otro grupo de amigos, vestidos con atuendos del día a día, rodeaban a una doncella sacada de ‘Orgullo y Prejuicio’. Con un delicado vestido y un gorro bien grande para taparse del sol, este futuro marido, llegado de Palencia, quiso celebrar en la ciudad herculina su despedida.