Desánimo entre los placeros de los mercados de A Coruña por la caída del consumo

Desánimo entre los placeros de los mercados de A Coruña por la caída del consumo
Una carnicería ubicada en la primera planta de la plaza de Lugo, en A Coruña | Quintana

Llenar la nevera y la despensa ya es un lujo en los hogares pero, hasta hace unos meses, los productos de primera necesidad se resistían a desaparecer de la lista de la compra. Ahora los placeros relatan con desánimo cómo ha bajado el consumo en los mercados coruñeses, donde marzo, históricamente, es un mes de alta actividad. “Se ha notado mucho la bajada de la venta por la inflación y por la subida de los precios en general. Los meses de enero y febrero nunca son buenos, pero ahora estamos en marzo y la cosa no arranca. Incluso los sábados, que suele haber mucha gente en el mercado, ya no viene tanta”, aseguran desde la Pescadería Nortemar, en la plaza de Lugo. 


La inflación de los alimentos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), repuntó en febrero hasta el 16,7% –casi un punto por encima del 15,4% registrado en enero y superior al récord de diciembre, que marcó un 15,7%–. En el caso de los mercados, son los propios placeros los que asumen esta subida de costes, ya que, por el momento, no han querido que esta situación repercuta más a los clientes. 


“Nos suben cada quince días el valor, ya sea pollo, ternera o cerdo, por lo que si ya nos cuesta ajustar los precios a nosotros, no nos encontramos en la situación de subirle el precio a los clientes por los problemas que eso nos pueda conllevar”, explica David Pin, el carnicero de Ramón Cabanillas. Desde su puesto en este mercado, al que llegó hace cinco años, afirma que, si compara el precio actual del cerdo al de 2018, “el incremento es de un 80%”. El porcentaje de ganancias para los propios comerciantes es mínimo. “Es el problema del autónomo. Tenemos que asumir la subida si queremos mantener a los clientes, pero si antes una familia gastaba cincuenta euros, ahora son treinta”, añade Pin.


La Carnicería Vidal, en la plaza de Lugo, es otro de los establecimientos que percibe este momento de crisis. “Se nota un montón. La gente lleva menos cantidad y, aunque no hemos subido los precios, al final tendremos que hacerlo porque así es imposible aguantar mucho más tiempo”, dicen.

 

Misma percepción


En la segunda planta de esta plaza de abastos se encuentra Marisa Vexetais, donde lo que más se vende en la actualidad es la patata y el grelo. “La gente consume menos y ya no viene tanto al mercado. Hay bastante cantidad de producto y los precios han bajado esta semana, pero los consumidores ya no vienen todos los días –ahora solo viernes y sábado– y lo que nos salva muchas veces es el reparto a domicilio. En marzo siempre se vendía bien después de carnaval, hasta ahora”, mantienen. 


Por su parte, el presidente de la Asociación de Vendedores de la plaza de Lugo, Pedro Dafonte, comparte la misma percepción que el resto de comerciantes. “Ya no se llevan las mismas cantidades que se solían llevar. Los viernes y sábado se vende más o menos bien, pero por la semana ha bajado mucho”, comenta, mientras recalca que “no se han subido los precios más que en fechas clave como Navidad o en momentos puntuales donde hay poco producto”. Así, el representante de los placeros del mercado de la plaza de Lugo observa una retracción en el consumo por la subida de los precios en la luz, gas o en los supermercados. 

Desánimo entre los placeros de los mercados de A Coruña por la caída del consumo

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