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miércoles | 24 abril | 2024
El mercado pone cada vez más contra las cuerdas a los coruñeses que buscan una vivienda en régimen de alquiler. Ya no solo es que su precio sea elevado, sino que se mueve cerca de su registro más alto hasta la fecha, en junio de este mismo año. El valor del metro cuadrado en un piso en arrendamiento es, según el índice de julio, de 8,36 euros, un dato que poco se aleja de los 8,41 contabilizados un mes antes, cuando se llegó a obtener un récord histórico.
Esta diferencia mínima, según la plataforma inmobiliaria Idealista, es de un 0,6% entre ambos meses, pero si se echa la vista atrás, en julio del ejercicio pasado, alquilar un inmueble era un 5,2% más barato. Los distritos de la ciudad se comportan de diferente manera, pero todos tienen algo en común: son más caros que hace un año. El Ensanche es el área más exclusiva, con un precio medio de 749 euros, un 3,5% más que en el mismo periodo de 2021, tal y como concluye el Observatorio da Vivenda de Galicia. En julio, en esta zona se firmaron 324 fianzas.
Alquilar un piso en el entorno de la plaza de Vigo supone superar el umbral de los 600 euros de media
Pescadería, que concentra el Orzán, San Andrés y la calle Real, los 293 contratos firmados dejan una media de 630 euros por alquilar un piso, superando el precio del ejercicio anterior, en un 0,35%. La Ciudad Vieja, con 611 euros, experimenta una subida del 3,12% en comparación con hace un año, cuando alquilar un piso no llegaba a los 595 euros de media.
La plaza de Vigo también supera el umbral de los 600 euros por contratos de arrendamiento. En concreto, alquilar un piso en esta zona supone de media un desembolso de 633 euros, un 3,77% más que en 2021. En Monte Alto, las fianzas depositadas en julio dejaron una media de 560 euros, un 5% más; Os Castros, por su parte, llega a los 576 euros, un 3,76% superior al mes de julio de hace un año; Os Mallos, A Falperra y la Sagrada Familia tienen la segunda media más económica de la ciudad, con 477 euros, casi un 4% más.
El Observatorio da Vivenda de Galicia refleja que O Birloque, con una subida del 4,02%, ha pasado en un año de los 522 a los 543 euros de media por un alquiler. También suben O Castrillón y Eirís (3,01%), donde el valor de un inmueble al mes se sitúa en 514 euros; Agra do Orzán-Paseo de los Puentes ha evolucionado desde los 471 euros hasta los 486 (3,18%); Os Rosales, de 543 a 551 (1,47%); y, por último, Novo Mesoiro, el distrito más barato, con una media de 373 euros al mes por arrendar una vivienda, un 6,27% más que en 2021.
La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, Fegein, cifró en el mes de junio un total de 600 inmuebles en alquiler en el circuito de comercialización, con una rentabilidad del 5,4% para los propietarios. ¿Qué supone esto? Que, además de un precio desorbitado, la oferta es insuficiente para un mercado que cada vez cuenta con mayor demanda. “Hay desconfianza absoluta de los propietarios hacia una ley estatal de vivienda que los deja en una situación de inseguridad jurídica”, comienza mencionando la patronal inmobiliaria.
En el listado de razones se encuentran otras, como la derivación de viviendas de alquiler tradicional hacia el arrendamiento de viviendas vacacionales, por rentabilidad y seguridad, así como la “falta de incentivos y bonificaciones fiscales a los propietarios”. Fegein prevé, además, que el alquiler en A Coruña va a ser más caro en los próximos meses, además de reducir todavía más su oferta. “Propietarios que sopesan pasarse al alquiler de temporada porque es un segmento que no se contempla en la Ley de Vivienda. Suele utilizarse no para satisfacer las necesidades permanentes del arrendatario, sino para cubrir las necesidades de movilidad laboral o de estudiantes”, señala.
Mientras, otros “se pasarán, en un alto porcentaje, a la vivienda vacacional, registrada como tal desde mayo del 2017. En estos momentos hay más de 14.500 viviendas vacacionales en el circuito en Galicia frente a las 3.200 viviendas en el alquiler tradicional. La comparativa es cristalina y brutal a la vez”, sentencia.
