Hoy comenzaron a instalarse en A Coruña las casetas de los socorristas, para lo que fue necesario cortar el Paseo Marítimo. Muy pronto se podrá ver a los jóvenes armados de flotadores patrullando las playas. Lo que no se verá es multando porque, al no ser funcionarios, no podrán aplicar directamente la multas de la nueva ordenanza de playas.
Sin embargo, la nueva ordenanza de playas establece, por primera vez, la obligatoriedad de obedecer a los miembros del servicio de salvamento cuando den indicaciones a un bañista. Esto es un avance muy importante dado que, al no ser una autoridad, a los socorristas a veces les resulta difícil que colaboren las propias personas a las que tienen que proteger. Ahora, con la nueva ordenanza, cualquiera que ignore las instrucciones podrá enfrentarse a una multa de cientos de euros.
La temporada de baño comenzará mucho antes de que se apruebe la nueva normativa, que tiene que pasar dos veces por el pleno, además de aguardar un período de 30 días de alegaciones entremedias. Si el Gobierno de Inés Rey apretara el paso, podría estar listo antes de agosto. De lo contrario, podría aprobarse en septiembre, a tiempo de entrar en aplicación antes de que termine la temporada de baño de este año.
La ordenanza de playas viene a llenar un vacío normativo, y sirve para regular la convivencia en un espacio público tan importante. Aunque, eso sí, el Ayuntamiento ha sido muy cuidadoso para no pillarse los dedos. No prohíbe ninguna actividad, como puede ser el uso de altavoces, a menos que sea molesta. Como no figura ninguna tabla de decibelios en la normativa, esto quedaría al arbitrio de las autoridades.