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martes | 23 abril | 2024
Muchos coruñeses son amantes de los perros. De hecho, en A Coruña hay más perros que niños y prácticamente es imposible pasear por una calle herculina sin encontrarte con alguno. O por alguna playa a pesar de que, técnicamente, está prohibido, aunque solo se haga efectiva durante los meses de verano. Pero para desde el próximo año, los dueños de los perros podrán pasear con sus mejores amigos por un arenal coruñés: la playa de Bens será la primera en convertirse en canina. Así lo anunció la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, a los representantes de los grupos municipales de la oposición el viernes pasado.
La playa de Bens lleva años postulándose como la candidata pero ahora se convertirá en una realidad gracias a la ordenanza de bienestar animal que el Gobierno local quiere aprobar antes de fin de año, aunque primero tiene que pasar por una Comisión de Medio Ambiente, una Junta de Gobierno, y después, se presentada en pleno. Isabel Faraldo, de Podemos, que participó en la reunión, señaló que tiene una desventaja: se encuentra demasiado lejos del centro de la ciudad. “Esto obriga á xente prácticamente a ir en coche, porque tampoco ten unha boa conexión en transporte público”, señaló.
La concejala de Medio Ambiente explicó a la oposición que si se escogiera otro arenal para acoger a los perros, este perdería la bandera azul, la marca de calidad de la que disponen todas las playas urbanas coruñesas (aunque la de Oza la pierde a menudo debido a los sentinazos del cercano puerto). Bens es la única playa de un tamaño importante que no tiene dicha bandera, de ahí que parezca la elección evidente al Gobierno local.
Faraldo se mostró convencida de que la playa, en sí, parece contar con las condiciones adecuadas, a pesar de su proximidad con la planta de reciclaje de Nostián y con la depuradora. Tanto a nivel de agua como de la arena ha mejorado mucho, aunque aún se hacen “estudios de idoneidad”.
La Marea Atlántica pidió conocer los últimos datos de las analíticas, pero no se opuso a la designación. La percepción general es que A Coruña es una de las ciudades gallegas con más perros por habitante, ya todos estos coruñeses es necesario ofrecerles una alternativa.
Por eso se espera que esta medida se apruebe antes de acabar el año, de manera que podría ser aprobada en diciembre o, como muy tarde en enero.
Conviene recalcar que lo que el Gobierno local llevará a pleno no se trata de una nueva ordenanza de bienestar animal, sino una simple modificación, pero incluye algunos cambios importantes. Para empezar, se elimina la mención al sacrificio animal que aún subsistía en la anterior normativa. Además de algo que Fontán ya había anunciado el año pasado: los dueños de los perros tendrán que salir a la calle provistos de una botella de agua para diluir los orines de sus perros.
De esta manera, se suma una nueva obligación a la de bajar con una bolsa para recoger las heces del mejor amigo del hombre. Se trata de una medida que ya se lleva a cabo en muchas ciudades europea y que parece necesaria en una como A Coruña, con una población canina tan grande. Aunque, al igual que ocurre con al recogida de heces, habrá muchos que la incumplan.
