Bastiagueiro despide el primer Programa de Surf Inclusivo de la Fundación Amador de Castro

La playa de Bastiagueiro, en Oleiros, fue el escenario este miércoles de una jornada inolvidable. Allí se celebró la clausura del Programa de Surf Inclusivo impulsado por la Fundación Amador de Castro, una iniciativa que durante todo el mes de julio ha acercado el mar, el deporte y la convivencia a decenas de jóvenes con discapacidad intelectual. Un proyecto pionero que ha dejado una profunda huella tanto en los participantes como en sus familias, que han visto cómo sus hijos e hijas afrontaban nuevos retos con entusiasmo, confianza y una sonrisa permanente.

 

El broche de oro lo puso el último grupo, compuesto por 12 jóvenes, que vivieron con emoción su bautismo de mar acompañados por los monitores de La Vieja Escuela. La jornada no terminó en la arena: la celebración continuó en el complejo After, donde se organizó un entrañable acto de clausura al que también asistieron muchos de los participantes de las sesiones anteriores. Rodeados del cariño de sus familias y en un ambiente festivo, los jóvenes recibieron sus diplomas conmemorativos, compartieron anécdotas y una merienda repleta de risas, complicidad y camaradería.

 

La iniciativa ha sido posible gracias a la alianza entre la Fundación Amador de Castro, La Vieja Escuela y la empresa tecnológica coruñesa MN Program, que ha colaborado activamente a través de su programa de responsabilidad social corporativa. «Este programa nos inspira y nos recuerda que la verdadera innovación también pasa por construir una sociedad más justa y diversa», señalaron desde la dirección de la compañía.

 

Desde La Vieja Escuela, academia de surf con sede en el propio complejo After, un equipo de monitores especializados ha guiado a los participantes con dedicación y sensibilidad. «Cada sonrisa en el agua nos confirma que este esfuerzo merece la pena. No se trata solo de enseñar surf, sino de compartir confianza, respeto y comunidad», explicaron desde la escuela. A su lado, un grupo de voluntarios se ha volcado cada semana en acompañar a los jóvenes en esta experiencia transformadora.

 

Para la Fundación Amador de Castro, este proyecto encarna su razón de ser: crear oportunidades reales y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Con dos líneas de acción principales —una centrada en el síndrome de Down, y otra orientada a familias afectadas por el Alzhéimer—, la entidad canaliza su acción social desde la vivencia personal de la familia de uno de los grandes empresarios gallegos, cuyo legado sigue vivo en el trabajo de su mujer y sus hijas. Desde la Fundación lo resumen con claridad: “Ha sido un mes de emociones, de descubrimientos y de inclusión verdadera. Este programa demuestra que, cuando sociedad civil, entidades y empresas colaboran, los sueños se convierten en realidad”.

Bastiagueiro despide el primer Programa de Surf Inclusivo de la Fundación Amador de Castro

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