Tres tipos de fachada para un mismo inmueble. El edificio municipal de Marqués de Pontejos, que albergará cinco viviendas de alquiler social, sorprendió a todos esta semana. No porque las obras estén llegando a su fin –la última prórroga fija como fecha límite el 31 de mayo– y el espacio ya esté libre de andamios, sino porque se ha descubierto su envoltorio, compuesto por tres fachadas diferentes. 

El objetivo era recuperar un edificio original de galerías. Pero lo cierto es que, tal y como señala el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, “hubo mucho debate en Patrimonio y en la comisión Pepri –Plan Especial de Pescadería y Ciudad Vieja– con el tema”. “Estaba claro había que conservar la fachada de galerías a San Nicolás, y hacia Pontejos se planteó un edificio moderno que recordarse las formas de los de esa calle de los años 30”, añade el edil. 

La principal incertidumbre que surgió tuvo que ver con la medianera: “La duda era si el de Pontejos avanzaba tapando la medianera o no. Se decidió que no para conservar el recuerdo de la apertura de la calle, que rompió el tejido medieval”, concluye. Es decir, el proyecto del arquitecto Jorge Salgado mantuvo la medianera de la apertura de la calle Marqués de Pontejos. Además de rehabilitar dos edificios (que se fusionan en uno).

Prórroga

Las obras de las viviendas sociales del cruce de Marqués de Pontejos con San Nicolas encadenaron su cuarta prórroga, la última aprobada en marzo en Junta de Gobierno local. Los trabajos tenían un plazo de tiempo de diez meses y debían haberse concluido en agosto de 2023, pero ya en junio de ese año la empresa pidió la primera solicitud de ampliación, de cuatro meses. Es decir, que debería haber terminado en diciembre de 2023. 

Pero no fue así, y esperó hasta mediados de abril de 2024 para solicitar una nueva prórroga que fijó el fin de las obras en septiembre del año pasado. Cuando solo faltaban cinco días para que expirara el plazo, se solicitó más tiempo aún, y como siempre, la Junta de Gobierno local se lo concedió. La entrega de la obra quedaba fechada entonces para el 28 de septiembre. Y en marzo Ogmios Proyecto SL solicitó aún más tiempo, de manera que no se entregará el edificio hasta el próximo sábado.

Para justificarse, la empresa alegó imprevistos. Por ejemplo, que la subcontrata había incumplido el suministro de material de carpintería exterior, y que tuvo que contratar a otra. Esto retrasó todo el proyecto y lo mismo ocurrió con la obra interior, así como con algunos cambios y obras en zonas como los aseos. Además, también encontraron “una dificultad extrema” para conseguir mano de obra.

El de Marqués de Pontejos es un polémico proyecto que inició el Gobierno de la Marea Atlántica. El presupuesto inicial era de 1,6 millones. En aquel entonces (año 2017), se había celebrado un concurso por el que los propietarios de viviendas las ofrecían al Ayuntamiento para su compra. El objetivo no era otro que hacerse con diez pisos en el centro de la ciudad, reformarlos y destinarlos al alquiler social. De esta manera se conseguía que los residentes con rentas más bajas no se viesen expulsados hacia la periferia de la urbe. Lo que parecía un proyecto muy positivo se convirtió en uno de los mayores desastres a los que tuvo que enfrentarse el exalcalde Xulio Ferreiro.

El principal problema en 2017 fue que se presentaban pocos aspirantes al concurso. Y de los que lo hicieron, la mayor parte no reunían los requisitos. Algo parecido le ocurrió a la Xunta con el plan Rexurbe, pero, en vez de declarar desierta la convocatoria, el gobierno de Ferreiro decidió escoger seis pisos, aunque la mitad fueron declarados nulos por el Consejo Consultivo. 

Ante esta situación, se exigió a los vendedores que devolvieran el dinero y el proceso acabó en los tribunales. Sin embargo, algunos se mantuvieron, como el de Pontejos. Se adquirió el inmueble por 240.991 euros uniéndolo a dos parcelas anexas de propiedad municipal.