El jardín más antiguo de A Coruña, el Jardín de San Carlos, está a punto de abrir sus puertas de nuevo tras algo más de dos años, desde mayo del 2023, después de que una plaga de grafiosis hubiera afectado a los olmos centenarios.
Ahora, este olmedal cuenta con nuevos y rehabilitados árboles procedentes de un vivero especializado de Van der Berk, Países Bajos. Son especímenes resistentes a esta plaga, de ocho metros de altura y un calibre de hasta 35 centímetros.
Este hongo, la grafiosis, fue el encargado de hacer enfermar a todos los olmedales de Europa pero la nueva variedad que alberga el Jardín de San Carlos es altamente resistente a la grafiosis.
Cabe destacar que, durante los últimos meses, se hicieron en el jardín sondeos arqueológicos tras aparecer antiguas construcciones militares que se han tenido en cuenta a la hora de plantar los nuevos olmos para evitar, así, que las raíces dañaran estos yacimientos.
La tala de los árboles ha permitido determinar la edad de estos ya que, hasta el año pasado, no se sabía con exactitud cuánto tiempo llevaban "con vida". Al cortar los troncos los expertos pudieron determinar que llevaban creciendo desde 1914, gracias al conteo de los anillos.
Bien es cierto que los años pueden variar, ya que podría haber un margen de error de 10 años. Fue sobre los años 80 cuando se pudo observar que el crecimiento anual de los olmos bajó considerablemente debido, mayormente, por factores humanos, como pueden ser podas o actuaciones en el propio parque que pudieron dañar sus raíces.
La transmisión de la enfermedad puede que sea un misterio para muchos, pero lo cierto es que hay una explicación. Una de las vías de contagio pudo ser la radicular y, la otra, a través de un escarabajo, el Scolytus scolytus, que hace galerías en los olmos y transmite la grafiosis. Esta última vía fue, según los expertos, lo que sucedió en San Carlos.