El 091 actúa en media docena de intervenciones a la semana con sospechosos con trastornos

El 091 actúa en media docena de intervenciones a la semana con sospechosos con trastornos
La Policía Nacional, en una intervención con un sujeto atrincherado en un piso de la calle Real | Javier Alborés

Las intervenciones policiales  en las que el sospechoso es víctima de algún trastorno mental son de las más peligrosas que pueden hacer los policías, como prueba el fallecimiento del agente de la Policía Nacional muerto en Jaén, puesto que es muy difícil razonar con el sujeto y conseguir que deponga su actitud. A menudo hay que reducirle por la fuerza. Según fuentes de la Policía Nacional, se dan una media docena de intervenciones de este tipo por semana, aunque la mayoría no tan extremas.  


“Hay que pensar que primero van a la emergencia los sanitarios de la ambulancia, pero ellos no se van a enfrentar físicamente al enfermo: nos llaman a nosotros”, comentan las fuentes policiales.  Reducir a un hombre sin hacerle daño siempre es difícil, y más si está en buenas condiciones físicas, es de gran tamaño o está armado, por ejemplo, con un cuchillo. Por eso se suele emplear material antidisturbios.


Equipamientos 

Los escudos son un ejemplo de ello, los espráis de pimienta, otro. Pero la más reciente adición al equipo policial han sido los tásers. El Cuerpo municipal ya dispone de ellos, y, de hecho, patrulla las calles con estas pistolas eléctricas desde enero de 2021. La Policía Nacional cuenta con ellas desde el año pasado pero todavía no patrullan con ella, según denuncian los sindicatos.


El problema es que cada cartucho de pistola eléctrica cuesta 60 euros y existe una incertidumbre sobre qué sección debe proveer del material a los agentes: si de la división de formación o la económica y técnica y eso tiene un efecto sobre la formación, porque no ha y cartuchos suficientes para que los instructores puedan hacer prácticas con estos.


Otro problema son las cámaras: cada táser va asociado a una cámara que lleva el agente, y que se activa en el momento en el que este dispara el arma, o incluso antes, para poder grabar las circunstancias en las que ha tenido lugar la actuación. Hace falta una infraestructura para descargar a las imágenes aunque el sindicato SUP asegura que este problema está en vías de solución.


El primer uso, en enero 

Debido a problemas como estos, la Policía Local está bastante más adelantado en el uso de material antidisturbios por parte de patrulleros que la Policía Nacional. En la mayoría de las intervenciones de este tipo, suelen emplear el spray de pimienta, que se ha revelado muy eficaz para reducir a una persona, pero también han sido los primeros en usar un táser en A Coruña.


Curiosamente, fue a la hora de reducir a un policía nacional retirado. Fue en enero de este   año, en Os Mallos, después de que el sospechoso, que dejó el servicio por problemas mentales, tuviera un accidente de tráfico y tratara de huir en su coche arrastrando a un policía local. 

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