La marcha por la titularidad de los terrenos del Puerto recorre la fachada marítima

La manifestación organizada ayer por la plataforma en Defensa do Común para exigir la condonación de la deuda del Puerto (200 millones de euros) por la construcción del Puerto Exterior y la devolución de los terrenos a la ciudad (una vez hayan sido trasladadas todas las empresas a Langosteira) congregó a cerca de 800 personas, según la Policía Local.. La protesta partió desde la plaza de A Palloza hasta la de María Pita, acompañada del sonido de gaitas y caracolas.

Es una cifra bastante menor que la que consiguió la Marea en 2017, cuando convocó una protesta semejante a la que acudieron 6.000 personas, aunque los organizadores señalan que la asistencia se vio influida por la pandemia. Fue una manifestación atípica, y no solo porque sonaran caracolas en vez de trompetas o sirenas, sino porque a la protesta se unieron también los vecinos de Eirís, que exigen que se cambie el proyecto de ampliación del Chuac para que no obligue a tirar tantas casas. Y también estaba presente la Plataforma pola defensa do tren A Coruña e As Mariñas, que exigen un ferrocarril público de cercanías.

La especulación inmobiliaria y la privatización de los terrenos son algunas de sus preocupaciones

Partidos políticos

Entre los partidos que habían enviado representación se encontraba el BNG, con su portavoz nacional, Ana Pontón, y el concejal Francisco Jorquera; y Unidas Podemos, en la persona de Antón Gómez-Reino, que consideró que esta movilización expresaba el sentimiento mayoritario de ciudadanía coruñesa. Por su parte, el BNG consideró que esta reivindicación de un carácter nacional. Jorquera recordó que Inés Rey considera positivo que avancen las negociaciones. “Iso ten que traducirse en logros concretos. Decir que é un logro que se modifiquen os prazos do pago da débeda e totalmente falso”, criticó, al tiempo en que insistía en la condonación de la deuda, como en el caso de Valencia.

Pero también acudió una nutrida representación de la Marea Atlántica, que incluía al anterior alcalde, Xulio Ferreiro. La portavoz del grupo, María García, consideró un éxito ciudadano que no hayan entrado en vigor los convenios de 2004, que tachó de “pelotazo urbanístico” pero considera que el futuro tiene que ser completamente diferente. “Non nos sobran motores produtivos ni tampouco posibilidades de mellorar os barrios empregando os terrenos que sexan vacantes”.