El Deportivo se impuso de forma justa y merecida en su visita al Rico Pérez. Fue un choque en el que el cuadro coruñés dominó al rival, no lo dejó jugar, se puso por delante en la primera parte y en la segunda, con estrategia y oficio, simplemente, cerró el partido. Fernando Vázquez decidió alinear a Culio y repitió el once de salida que se impuso al Alcorcón en la pasada jornada. El entrenador apostó por jugar con el mismo esquema, dos delanteros, eso sí, con una semana más de rodaje en Abegondo.
El equipo coruñés desarboló al Hércules defensivamente desde los primeros minutos. Se posicionó sobre el terreno de juego de manera lógica, inteligente, comprometida, y el Hércules ‘ni la cheiró’. Aunque a los cuatro minutos Dioni mandó un centro largo que se perdió por la banda el Deportivo no dejaba progresar a su rival. Robaba y robaba la pelota, recuperaba en los espacios. Es cierto que en ocasiones también la perdía rápido, pero la sensación de control era total.
A los 10 minutos Borja avisaba de lo que podía llegar a centro de Manuel Pablo. Respondía el Hércules con un único remate. Los blanquiazules presionaban muy bien y se defendían del ataque de los carrileros locales, siempre frenados sin ganar la línea de fondo. En el minuto 18 llegaba una ocasión del Hércules en boca de gol que salvaba Álex Bergantiños. Contestaba el equipo de Vázquez con una gran jugada de Arizmendi, instantes después volvía a chutar Borja. El Depor tomaba el mando del choque de manera definitiva.
En el 23, después de una asistencia de Juan Carlos digna del Djalminha, Borja hacía el 0-1. Los locales se venían abajo mientras el Depor crecía. A la salida de un saque de banda, otra vez Borja, se daba la vuelta sobre la línea lateral del área, forcejeaba con Ferreiro y ponía, cruzado, el 0-2 tras tocar en un defensa.
Los coruñeses seguían a lo suyo. Defendiendo con un rigor exquisito y atacando con las armas disponibles. A los 42, un ‘jugadón’ de Laure por la banda finalizaba con un disparo de Juan Carlos. La superioridad era total antes de llegar al descanso. Parecía torcerse el guión cuando López Acera señalaba un penalti por manos de Álex Bergantiños. Dioni lanzaba la pena máxima por encima de la portería de Lux. El intermedio llegaba con el rival todavía más noqueado.
El entrenador local hizo sus tres cambios en la reanudación. Siguió jugando con tres centrales y dos carrileros pero arriesgando más, pero en el banquillo coruñés hay un tal Vázquez que, si bien no inventó el asunto de los cinco atrás, casi. Lo conoce como nadie. No tardó en igualar los esquemas. Dio entrada a Seoane y Kaká y los jugadores se emparejaron por todo el campo. Vázquez movía sus fichas sabedor de que con el 0-2 el partido estaba dominado.
No obstante y por lógica el Hércules intentó el gol que le diese vida. Con jugadores más hábiles movió la pelota, pero sólo eso. Las jugadas de ataque eran desbaratadas una y otra vez por la defensa coruñesa. Por si no fuesen ya bastantes argumentos del Deportivo, en las dos jugadas más peligrosas de los alicantinos apareció Lux. Dos disparos, uno de Eldin y otro de De Lucas, acabaron en sus guantes. El portero apenas tuvo que intervenir pero, cuando lo hizo, actuó con seguridad.
El choque fue bajando en intensidad con el Depor contragolpeando. En el 75 llegó la lesión de Borja, que pidió el cambio tras romperse en un paso hacia una pelota. Luis entró en su lugar e hizo que expulsaran a Escassi, de quien recibió un codazo. El Hércules se quedaba con diez y los coruñeses seguían a lo suyo.
A falta de cinco minutos los herculinos tenían entregados a los herculanos. El partido llegaba a su fin con la pelota en los pies de los deportivistas y con la absoluta sensación de un trabajo bien hecho en los 90 minutos. n