El próximo día 21 termina el estado de alarma y los ciudadanos de todos los rincones del país tienen barra libre para moverse por donde les plazca. Eso incluye a los que, como los gallegos, están en la mejor situación epidemiológica y a los que, como madrileños y barceloneses, tienen un margen de mejora de dos fases. Con el virus aún circulando de manera notable, pensar en limitar los movimientos de los habitantes de estas zonas parece de sentido común. Excepto para los que buscan retorcer lo que es seguridad sanitaria para convertirlo en argumento de lucha política. En Vox acusan a Alberto Núñez Feijóo de querer practicar un “nacionalismo excluyente” y consideran que su propuesta es un síntoma de insolidaridad. Para ellos, lo que debe hacer Galicia es asumir con estoicismo la llegada de los contagios de allende las fronteras regionales y adoptar las medidas sanitarias suficientes para garantizar la salud pública. Lo que no ha dejado claro es si del gasto económico y el desgaste personal de la comunidad también se hará cargo toda España de forma solidaria. FOTO: alberto núñez feijóo | ep