Y ahora los deberes

Iniciado el curso político y dejando atrás el “ferragosto” hay que ponerse al tajo. Vienen los deberes. Y si a don Alberto le deja tiempo la preparación del programa del Partido Popular que le pidió el señor Casado, deberá ponerse a trabajar, pues son muchos los asuntos que necesitan su intervención. Los expertos ya han explicado que los problemas llegan por tierra, mar y aire.
Ahí tenemos, por ejemplo, las reclamaciones de los siete ayuntamientos de la zona de A Coruña para pedir soluciones a los problemas de Alvedro. El aeropuerto crece un seis por ciento y los problemas siguen al cien por cien como hace años.
Y cerca del mar el puerto que quieren convertir en fachada de ladrillo y más lejos, pero pegadito al mar, el “exterior”, que tiene un pufo importante, del que en lugar de hacerse cargo el Estado quieren que se pague con ladrillos de la ya citada fachada. Y es que esto, canastos, no es Valencia, donde sí pagan desde Madrid la deuda…
Ahora nos cuentan que podemos perder otro tren por culpa del asunto anterior, pues se retrasa su prevista conexión, aunque estaba en el proyecto. Y si hablamos de trenes, hay que recordar que hasta Santa Marta, como dice la canción, tiene tren, pero Ferrol no.
Y si hablamos de los problemas que nos llegan por aire y mar, recordemos que desde hace diecisiete años nos venían prometiendo la vía Artabra, un proyecto que figuraba en la renovación de la red viaria del área de A Coruña. 
Pues ahí tenemos otro asunto pendiente. Este es el trabajo del presidente Feijóo, que también tiene “chollo” en mejorar –además de España entera de la mano de Casado – la sanidad gallega, que tiene “pupa” y entre sus carencias está la de sanitarios sobre todo –dicen los que la sufren y los que saben–, en pediatría y gerontología. 
En el Parlamento la oposición ya le acusa de buscarse una salida (ir a Madrid para arreglar el PP) en vez de ganarse el sueldo de presidente del Gobierno gallego. Entre otros encargos le piden que exija el cumplimiento del Plan Autonómico de Infraestructuras que no cumplió en plazo el vial de la Costa da Morte y el Corredor de Noya, entre otras de las promesas que se incluían en los planes marianistas…
Cierto que muchos de estos problemas necesitan la complicidad del Gobierno central y ahí tenemos como padrino a su representante, el señor Losada, que también tiene deberes en este curso político.

Y ahora los deberes

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