Paraíso de chapistas

Sí, señores y amigos: 5 policías, 41 cámaras y 277 semáforos para regular el tráfico en La Coruña. Amén de una sala de pantallas del 092 para controlar el tráfico en toda la ciudad. Pero se han debido de olvidar del paseo de la Dársena, vulgo del Parrote, porque en esa zona no se ve ni un triste guardia y sí el paseo sale en la sala de pantallas, la cosa es todavía peor, porque el cinismo contemplativo alcanzaría cotas insospechadas de inopia municipal.

Muy de mañana, cuando todavía es “puritita” noche el tráfico en el paseo del Parrote es densísimo y muchos coches se lanzan a tumba abierta, con lo que lo choques y rozamientos son constantes: Difícilmente caben dos a la vez: uno de subida y otro de bajada. La zona es un paraíso para los profesionales de la chapistería, cuando no para los que arreglan motores. Vaya, desde estas líneas, nuestra cordial enhorabuena para Begoña Freire, concejala de Tráfico, por su ineptitud para arreglar semejante desaguisado. Ya nada les digo acerca del semáforo mil veces solicitado desde estas columnas para el paso de cebra del inicio del malhadado paseo.

Claro que todo esto se arreglará en 24 horas en cuanto haya un percance mortal en el paseo del Parrote. Vivir para ver. Como ocurrirá con la maldita y nonata mediana de A Gaiteira, para cuyo aborto hay ya más de 1.900 firmas de vecinos, comerciantes y afectados en general que se verán perjudicados sin la reforma de la calle peatonal planteada por el gobierno local se lleva a efecto.

En la misma se incluiría la instalación de una mediana discontinúa ajardinada de cemento, materia prima de la que parecen tener la casa los promotores de tamaño disparate.

Los muchos perjudicados solicitan una visita urgente del alcalde a dicha calle para que contemple de primera mano la “desfeita” que se avecina y ruegan que se les escuche antes de tirar por la borda un millón de euros.

Se quiere completar el disparate con el traslado de los arbolitos de la desaparecida mediana de General Sanjurjo a la calle peatonal. Allí, la mediana era un peligro y ahora en A Gaiteira ¿qué coño será?

En resumen: los disparates se suceden como una ristra de chorizos.