A Gaiteira: Éxito pírrico

Este Gobierno Municipal que sufrimos en La Coruña nos está acostumbrando cada vez más a “victorias pírricas”. La última, en la recién reformada calle de A Gaiteira. Me explico. Hace pocas lunas y delante precisamente del bar Gaiteira se cayó una señora –y ahora diremos a causa de qué– y sufrió fractura de una clavícula y de varias costillas. Tuvo que venir la ambulancia y también se personó la policía. En la misma mañana se cae un señor en la misma calle y se abre la cabeza. Así, como suena. De nuevo, ambulancia y policía. Todo un espectáculo, excepto para los viandantes lesionados. Motivo: en los agujeros en los que se plantarán árboles han puesto unas tapas de aglomerado pintándolas del color de la piedra. Todo ello, a pesar de que los hosteleros de la zona advierten del riesgo de hundimiento y de que toda la barriada está en contra de los futuros arbolitos de marras. Aún faltan en la citada calle las jardineras a instalar y la descoordinación en las obras ha sido clara y manifiesta. Y ello, a pesar del comisario político que se pasea de arriba abajo “vigilando” la buena marcha de la desfeita
A mayor abundamiento, los hosteleros habían colocado –en lo que iba a ser “paseo de las estrellas del barrio”- una fotografía de “Cañita Brava” insertada en una acera, pero un gamberro –o gamberros- la destruyó. Ya podría darse  un garbeo por allí la Policía Local. Pero, claro, todo lo aquí referido son minucias ciudadanas, si recordamos las promesas del hoy alcalde que quedaron en agua de borrajas, a saber: no construcción del prometido y cacareado metro ligero, un apuntar en la barra de hielo y meterla en el horno de los aparcamientos disuasorios, un olvido “sine die” del Game Park de ocio, un “apunta en el techo y calea” del Laboratorio de Energías renovables.
Pero, eso sí, hay que aplaudir que el Gobierno Municipal se gaste más del doble en publicitar sus acciones que en llevarlas a cabo. Pero que nada teman los sufridos contribuyentes coruñeses: la contratación de fontaneros sigue viento en popa a toda vela. Paciencia y barajar.

A Gaiteira: Éxito pírrico

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