SON MÁS DE CUARENTA

Cuarenta eran los de Alibabá; no llegaban a esa cifras los muchachos de los Dalton ni los colegas de Jesse James y mucho menos los de Curro Jiménez. Pues en Valencia son más de cuarenta y en toda España sobrepasan el centenar. Contaba a la SER el juez Manglano –ya saben el de la Operación Naseiro, hace treinta años, y que acabó en nada, pues un juez desestimó unas conversaciones telefónicas– decía que aquello –financiación del PP– fue el ensayo general para seguir por esa senda años y años (treinta y pico) hasta llegar a la Gürtel, Taula, Pokémon etc. 
Se trata, ya es algo evidente que refrendan la policía y la justicia, de una banda formada por corruptos y corruptores que han sumado ingresos superiores a los millones recortados en sanidad o en educación. Pero es que hay más evidencias e historias. Solo hay que tener memoria, archivo o repasar las hemerotecas.
Un libro editado en 1998 –“Gangrena. La Omertá AP-PP”– cuenta “la corrupción en Burgos, en tiempos de Aznar y pasa a los casos Naseiro, Túnel de Soller, hasta alcanzar lo que llama ‘El pacto del silencio: Guerra-Aznar?; las raíces de la olla podrida en Castilla y León; Aznar al poder: el clan de los doce apóstoles con un capítulo dedicado a ‘el alcalde Peña San Martín y el Jefe Michel, asesor de Aznar, en el banquillo’”.
Y así Álvaro Baeza llena cuatrocientas páginas con lo que llama la olla podrida, donde aparecen “los amigos multimillonarios de Aznar: Martutes, Rato, Abelló, Botín, Naseiro, Sanchís y todos los demás”.
Recordar, releer, ahora este libro es un magnífico ejercicio de memoria para desmontar los “no me consta”, “no lo sé” o lo de “se trata de manzanas podridas que no llenan un cesto”. 
En un artículo publicado en “El País” mi viejo amigo Julio Llamares, galardonado poeta leonés y magnífico escritor, además de articulista destacado, recordaba la película de Berlanga “¡Todos a la cárcel!”,  que en 1993 fue tachada de exagerada… cuando era una premonición, una profecía.
Y es que abrir el periódico cualquier día, poner la tele o “prender” la radio cada mañana nos enfrenta al “robo nuestro de cada día…”, nos sitúa ante la corrupción que no cesa; el Ayuntamiento de Madrid adjudicó, cuando gobernaba el PP, 32 millones a la trama Púnica y las mordidas de Valencia financiaron las elecciones europeas en 2014. Ah… y Rita Barberá, aforada. Muy bueno lo tuyo. ¡Nunca más!

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