DE REBOTE

Se lo cuento como lo contó en la tele un “madero”: “Las pelotas de goma se usan según órdenes y a una distancia de 50 metros de los manifestantes. Siempre al aire o al suelo, de rebote”.
Eso fue el otro día, frente al Parlamento gallego, cuando marineros y representantes de los ciudadanos –rebotados por todo lo que pasa– protestaban por el anuncio de nuevos recortes en los servicios locales y menos pesca para Galicia (luego se hizo un amaño) en el reparto.
¿Les suena? A muchos sí, puesto que tienen las huellas de las porras, las pelotas y los insultos del partido que manda en el Horreo, en los guardias y en todo lo que se mueve.
Y, pregunto: ¿Les suena el 23 de noviembre de 2005? Pues repasen las hemerotecas. Aquel día doscientos cargos públicos del PP, Feijóo incluido, “tomaron” (la expresión es de la prensa del día) el Parlmento, que suspendió la sesión, recuperándose la calma, por la tarde.
Aquella vez, según testimonios gráficos, la Policía se mostró más permisiva.
Dentro del Parlamento, el día de los palos a marineros y ediles de la oposición, un parlamentario repitió una frase recogida por las grabaciones del caso Pokémon, donde doña Paula Prado hablaba de “regalos de la hostia”. El parlamentario fue expulsado de la sala. El rebote entre la ciudadanía es comprensible y, en casos como este, la paciencia de Job no hubiera sido infinita. Otra vez los tontos miran el dedo que señala la luna y, en este caso, la luna –de cristal– queda hecha unos zorros.
Ya cansa, compañeros, los excesos de quienes mandan ahora para justificar los palos en la calle y es que, como dijo un veterano y eficiente colega, ahora se habla mucho de la Policía y la Guardia Civil –por lo de Ceuta y Melilla, las cargas en El Gamonal y Compostela, etc.– cuando el papel de la Policía es mantener el orden no agitar el desorden. Nadie quiere eso y como todos recordamos a los grises, a la época de la calle es mía y a la Brigada Político Social, pedimos una seria reflexión y, sobre todo, que no se olvide la historia.
El rebote ciudadano no se cura con pelotas de goma tiradas a rebotar en la calle. Seguramente el mejor remedio son las urnas. Tomen nota.

DE REBOTE

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