Si el Partido Popular quiere dos más dos serán cinco y el país entrará en otra matemática que hasta ahora no habíamos sospechado. La matemática de los espejos deformadores que decía Valle, el esperpento; volveremos a las preguntas de la Generación del 98.
“Si el líder dice de algún acontecimiento que nunca existió, entonces es que nunca existió” (Orwell). En España no existe ni el problema catalán, ni el problema de la corrupción, ni el problema del paro, ni el de la sanidad pública, ni en las escuelas pasa nada, la educación es un tema superado solo cacareado por algunos rojos que se empeñan en desestabilizarnos. No hay problemas porque lo digo yo, parece decir el líder.
“El optimismo corría desbocado. Cada éxito estadístico contribuía a justificar las políticas coercitivas mediante las cuales se había alcanzado. Cada revés se convertía en un estímulo para las mismas políticas”. Esto escribía Eugene Lyons sobre la Unión Soviética en los años treinta; nos debería sonar. Se cierra el círculo de los iguales.