UN PEQUEÑO ALIVIO DEMOGRÁFICO

El problema demográfico de Galicia es tan grave que resolverlo o simplemente paliar sus efectos es una tarea muy complicada; sin la combinación de un buen número de medidas será imposible pensar ni siquiera en moderar sus efectos. Pero en ese negro panorama ha aparecido una buena noticia, que hay que celebrar: el hecho de que los nacimientos hayan crecido por primera vez desde 2008. El número de muertes aún es superior al de alumbramientos, pero los datos relativos al primer semestre del año permiten pensar en que quizá haya empezado a cambiar la tendencia y se pueda comenzar a mirar al futuro sin tanta preocupación.

UN PEQUEÑO ALIVIO DEMOGRÁFICO

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