¿ECONOMÍA? ¡LAS ELECCIONES, ESTÚPIDOS!

La economía de nuestros gestores está resuelta con los sobresueldos, las trampas a doña Hacienda a la hora de manejar dinero negro y las proclamas de sus terminales mediáticas anunciando la llegada del lobo desde la izquierda, pero eso no llega para ganar las municipales, autonómicas y generales, pues el personal está de ellos hasta los miolos y sufre sus consecuencias y, entonces, oh, la, la, la, maneja la caja del pan. Aquí, en Galicia, Feijóo –al igual que su antecesor y tío de Puy– como ya dilapidó la herencia, reparte televisiones.
Nada nuevo bajo el sol, fratres.
Tenemos al PP en el Hórreo pidiendo que se cierren los periódicos y emisoras que cuenten que “la supresión del comedor gratuito en los colegios destapa la pobreza infantil”, (vino a decir eso con otras palabras ante el asombro mundial), pues ojos que no ven corazón que no siente aunque, señor parlamentario, es con el estómago como se mide y pesa el hambre. Y, palabra, por mucho que le guste a usted el ¿programa? de Piñeiro, eso no engorda.
Lo que engorda es la deuda, la española y la de Feijóo, y como me contó un día mi admirado amigo el economista Manuel Lago “en economía la solvencia no es un concepto abstracto sino técnico y se define como la capacidad (de una empresa, una familia o un organismo) para devolver el dinero que le prestan. Aquí la deuda aumentó más de un cien por ciento bajo la égida de Feijóo, en España ni te hablo, con lo que parece obvio que tanto o fogar de Breogán como el Estado en su conjunto son menos solventes que hace cuatro años…
Resulta que el “plan Montoro” solo devuelve de los veinte mil millones de aumento que acompañaron la llegada de Mariano al Gobierno hace un siglo de tres años, menos de la mitad, mientras aumenta el déficit como ya anunció Bruselas, en un rato en el que no estaba pidiendo las cuentas del dinero malgastado (por ejemplo, en Ourense) con las dádivas que cosechó la Xunta y por lo que está siendo investigado uno de los funcionarios favoritos del presidente Feijóo9.
Acabo: si te engañan una vez (Mariano 2011)es culpa del otro. Si lo hacen dos veces (Mariano: Bárcenas es bueno) la culpa es de los dos y si te engaña ahora, por tercera vez es que eres gilipuertas.

¿ECONOMÍA? ¡LAS ELECCIONES, ESTÚPIDOS!

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