El Depor se presenta en Eibar con una tarjeta un tanto irregular. Todo lo bueno se hizo en la primera vuelta y ahí se quedó. Todas las ilusiones, las buenas sensaciones, el gran juego... Hace meses que no se asoma por Riazor con la intensidad con la que antes aparecía.
Dicha tarjeta tiene diez derrotas. Pocas para un equipo de la parte baja de la tabla, pero solo 7 victorias. El Depor es, junto con el Levante, el que menos ha ganado de cuantos conforman la Primera División esta temporada. La realidad es así de cruda.
Pero es que en lo de triunfos Víctor no va muy sobrado. Es cierto que ha empatado muchísimos partidos, pero sus números no arrojan victorias, en general. Desde que llegó, en un total de 42 partidos, ha ganado 8, empatado 23 y perdido 11.
Esta pésima segunda parte del campeonato, con un solo triunfo (precisamente ante el Levante) desde que se ganó al Eibar en Riazor, sitúa a los blanquiazules a tiro de que el descenso se ponga a un partido si pierde hoy y ganan los de abajo, algo que vienen haciendo.
En la calle hay preocupación. Se nota, se palpa. Te lo dicen los deportivistas al grito de ‘dadles más caña’. No se trata de eso, de hecho se trata de todo lo contrario. Una vez que se ha calificado la derrota ante el Barcelona, el pésimo partido, y la vergonzosa forma en la que el equipo sesteó por el campo en la segunda parte sin competir, lo que toca es pasar página. Es como si la Liga empezase ahora y el Depor tuviera que sumar para comenzar bien el campeonato, hacer 4 de los 6 próximos puntos... Olvidar.

ganar un partido
Ganar un partido y llegar a los 41 supondría la salvación. También pueden servir los 38 que ahora tiene el conjunto blanquiazul. De hecho los especialistas en números y proyecciones de resultados hablan de que el descenso se podría situar en 37 puntos.
Pero el deportivismo ya ha visto cómo las cuentas se le rompían y la calculadora se hacía añicos. Hace no mucho, en 2011, a estas alturas de la Liga estábamos más o menos igual. No se iba a descender con 43 puntos... Y con Lotina nos fuimos a Segunda División de manera absolutamente inmerecida. Así pues, en A Coruña se espera que el equipo sea capaz de ganar. Hoy es un buen día, ante un Eibar que está de capa caída -como el Depor- en esta segunda fase del campeonato y que debería estar salvado con los 41 puntos que atesora en su casillero y que pueden condicionarle a la hora de la intensidad que propongan en lo que resta de temporada, pero conociendo a Mendilibar, a buen seguro que tendrá a su equipo activado para dar un buen rendimiento, sobre todo en Ipurúa. Para ello Víctor hará cambios. Vuelve Arribas a la defensa y dejá en A Coruña a Lopo por decisión técnica. Sin Luis Alberto, es posible que salga con Cani, Fede y Fayçal en la media. Junto con Mosquera y Borges podrían dar control en la parcela ancha, mientras que Lucas estará en el ataque.
No obstante pueden quitar a dos de este equipo y poner a otros dos, por ejemplo a Oriol Riera y a Álex Bergantiños... Veremos ‘lo que toca’ esta noche. Lo que importa es que el equipo puntúe, que mantenga el descenso a dos partidos, y que certifique la salvación ante el Getafe.