Betanzos - Y el Globo de San Roque llegó a Nueva Jersey

El Ideal Gallego-017-02

 emigración
gallegos en eeuu

reportaje de lucía tenreiro

“Usted seguramente recuerda que en cierta ocasión el aerostato llegó hasta Tui, y esto debe ser lo más lejos de que se tiene noticia en donde cayera”. Las anécdotas, como la leyenda, rondan el ingenio de Claudino Pita Pandelo, y así se recoge en el libro “El Globo de Betanzos”. Es más, la memoria reciente apunta incluso a 1978, cuando un labrador de Santa Eulalia de Probaos, en Cesuras, localizó el Globo de San Roque intacto y lo devolvió a la comisión de fiestas, que decidió enviarlo al Centro Betanzos de Buenos Aires.


El gigante de papel cruzó el “charco” pero, una vez en Argentina, el dictador Videla prohibió su entrada al país, a disgusto con uno de los chistes de los cuarterones que hacía referencia a su gobierno. Fue la primera vez que sobrevoló el Atlántico. La segunda, este año, hace sólo unas semanas, cuando llegó hasta Nueva Jersey.
“El Especialito”, el semanario de la comunidad hispana en este estado, publicó días pasados una noticia que, fotografía incluída, jace referencia al “globo de papel más grande del mundo” y de la localidad coruñesa de Betanzos.
Los neojerseítas, muchos de ellos de origen gallego, sonrieron cuando, a primera hora de la mañana, en la mesa del desayuno, vieron al aerostato betanceiro, –“uno de los grandes atractivos del verano en Galicia que congrega miles de personas en la plaza central de la localidad”, publica “El Epecialito”– compartiendo número con la rubia Katie Barberi, una actriz mexicana convertida en estrella de telenovelas, un ídolo en los Estados Unidos.
La historia es sólo una curiosidad, pero una curiosidad que pone de manifiesto como en Nueva Jersey –en Nueva York o en Buenos Aires– residen decenas de gallegos, muchos de ellos betanceiros, que aprovechan cualquier ocasión para recordar a Galicia.
La historia es solo una curiosidad, pero una curiosidad que avala por qué el Globo de San Roque es más que el Globo de Betanzos, por qué traspasa fronteras y, sea leyenda o realidad, llegó un día a Argentina y otro, aún más lejano en el tiempo, hasta Inglaterra.

 

Betanzos - Y el Globo de San Roque llegó a Nueva Jersey

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