Fundidos y superados

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El Depor naufragó ayer en Almería merced a las concesiones defensivas, impropias de los blanquiazules desde la llegada del nuevo entrenador y desconocidas con respecto a la mayoría de los encuentros disputados desde que comenzó el presente 2020. 

Si bien es cierto que el bajón de las últimas jornadas se produce enfrentando a equipos de la parte alta de la tabla, como el de ayer, el Girona y el Zaragoza, y en el ‘derbi’ contra el Lugo, posiblemente el Depor jugó en Andalucía su peor partido desde que Vázquez está en el banquillo, siendo completamente contrario a lo que se espera de un conjunto como el blanquiazul, sobre todo, en defensa.

La gran novedad de Fernando para este encuentro fue la alineación de Uche Agbo en la medular en detrimento de Álex Bergantiños, formando pareja –inédita hasta la fecha– con Gaku.

El resto del equipo, en defensa y ataque, fue el mismo, la base del once con el que el entrenador se desenvuelve desde hace semanas cuando la lesión de Somma obligó a retrasar la posición de Peru al eje de la zaga.

El Almería saltó a imponer su condición de local acumulando delanteros pero el Deportivo respondió bien en el inicio y equilibró el encuentro recuperando la pelota y jugándola en el campo contrario.

A los cinco minutos de partido la mala suerte –habitual esta temporada– se cebaba una vez más con el Deportivo. Eneko Bóveda hacía una carrera para llegar a la línea de fondo y tenía que pedir el cambio. Sin laterales específicos, el ‘profe’ Vázquez dio entrada a Hugo Vallejo en esa posición después, eso sí, de entrenar esta opción durante la semana.

Dos goles en media hora
El Depor encaraba el choque con un cambio demasiado tempranero. Y tempranero también fue el 1-0. A los 12 minutos Darwin Núñez aprovechaba la endeblez defensiva herculina para marcar, por fuerza y posicionamiento, poniendo por delante a los andaluces.

Quiso responder el Deportivo y a los 16 minutos un centro de Mollejo se paseó paralelo a la línea de gol pero no encontró rematador. Con paciencia y tocando la pelota, los coruñeses no le perdían la cara al partido a pesar de que el marcador era negativo.

Con pocas opciones, porque el Almería no solo pensaba en atacar, sino en mantener su puerta a cero, siguió el choque con los mismos argumentos. Probó fortuna desde lejos Uche Agbo, con un disparo potente acorde con su fuerza. Se llegaba de esta manera al ecuador de la primera parte.

A los 29 minutos la decoración se oscurecía de manera clara. El Deportivo encajaba el 2-0 en una jugada en la que, nuevamente, la fortaleza defensiva brillaba por su ausencia. Balliu se paseaba por el área y mandaba la pelota lejos de las manos y la estirada de Dani Giménez. Los deportivistas encajaban dos goles en media hora, algo casi inédito con Vázquez en el banquillo, pero no hay que olvidar que delante jugaba ‘el talonario’ del Almería y el equipo herculino sigue siendo una escuadra de la zona baja.

No obstante lo intentaron los coruñeses hasta el final de la primera parte, aunque la claridad no era ayer santo y seña del ataque galaico. En los últimos compases del primer acto, gozaron de dos opciones de ataque desbaratadas por la defensa andaluza y con la dura realidad de la derrota por 2-0 se llegaba al descanso.

Cambio en punta
Fernando Vázquez hizo su segundo cambio en el descanso, dando entrada a Beavue en lugar de Sabin Merino. Fue delantero por delantero a la espera de ver qué acontecimientos se desarrollaban. El conjunto local quiso certificar rápido el encuentro y tras el paso por los vestuarios salió decidido a conseguirlo.

A los 52 minutos se acabó la historia de este envite. Tras una gran jugada de Vallejo, que culminaba Mollejo con un disparo que se marchaba alto, el Deportivo recuperaba la pelota, la volvía a perder en el medio del campo y los andaluces se plantaban el el area de Dani. Un balón repelido por el palo era rematado por Juan Muñoz ante la pasividad de una defensa desconocida.

Última bala 
Después de una caída de Aketxe en el área del equipo local que ni el propio jugador protestó, Fernando Vázquez dio entrada a Koné por un desdibujado (como el resto del plantel) Çolak. 

Era casi el minuto 70 del choque y el Deportivo no había disparado entre los tres palos en todo el partido. Lo hizo el costamarfileño a los 80 de encuentro. Nada más y nada menos. Era la primera ocasión en la que el equipo finalizaba una acción con el portero local interviniendo por un lanzamiento a puerta. El partido llegaba al final  con el 4-0 y los dos equipos asumían sus roles, el de victorioso y el de perdedor.

Con caras largas los jugadores y el cuerpo técnico encararon el camino al túnel de vestuarios tras digerir la segunda derrota de la ‘era Vázquez’ y el hecho de acabar la jornada en puesto de descenso, eso sí, con mucha ‘vida’, ya que todavía hay bastantes partidos que competir y que ganar.

El de ayer, ante uno de los mejores equipos de la categoría, debe servir para aprender, curiosamente, lo que no se debe de hacer nunca ante un rival así.

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