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martes | 30 abril | 2024
La corporación municipal tuvo que acudir a lo largo del pasado año al salón de plenos casi tantas veces para celebrar sesiones extraordinarias como para aquellas que se llevan a cabo de manera mensual.
Si en un año se realizan once sesiones ordinarias (en el mes de agosto no hay), durante 2017 también hubo una decena que no estaban previstas y que fueron convocadas debido a diversos motivos. Todas ellas fueron por iniciativa del Gobierno local a excepción de una, requerida por el Partido Popular.
Esta no es la primera vez que el actual equipo de gobierno alcanza la decena de plenos extraordinarios en un ejercicio, ya que en 2016 se registró la misma cantidad.
La mayor parte de estos plenos extraordinarios tuvieron lugar durante la segunda mitad del año, aunque el más destacado fue el primero, durante los primeros días de febrero.
El Gobierno local, después de que las negociaciones presupuestarias con el Partido Socialista acabasen en fracaso, vinculó las cuentas a una cuestión de confianza que perdió por los votos en contra del PSOE y del PP.
Aquel día, tanto dentro como fuera del palacio de María Pita se congregaron ciudadanos con carteles de apoyo y de protesta con el equipo de gobierno como protagonista en ambos casos.
La segunda sesión extraordinaria del año, el 12 de mayo, se celebró a petición del Partido Popular. La formación solicitó esta medida tras el anuncio de la Marea de varios cambios de competencias en el equipo de gobierno.
Cuatro días más tarde hubo un nuevo pleno extraordinario, en este caso para corregir el error en la Relación de Puestos de Trabajo que había dejado fuera de la misma al jefe de gabinete del alcalde.
Los modificados
Mientras, a partir de julio comenzaron a tomar protagonismo los modificados de crédito (cambios en el presupuesto). Así, en julio hubo un pleno que empezó con la toma de posesión de Pilar Neira como concejala en el lugar de Mar Barcón. Además, en esa sesión se aprobaron cuatro modificados, entre los que destacó el traspaso de un millón de euros de los dividendos de la empresa municipal de aguas para fiestas.
Agosto fue el único mes del año en el que no hubo actividad plenaria y hubo que esperar hasta el 18 de septiembre para una nueva sesión extraordinaria. De nuevo, el protagonismo fue para los modificados de crédito.
La Marea presentó otros dos, pactados con el Partido Socialista, y que superaron los dos millones de euros conjuntamente. La nota más destacada fueron las críticas que recibió el Gobierno local por retirar un año más fondos a la renta social, programa estrella del equipo de gobierno. Las formaciones de la oposición lamentaron la planificación que se volvió a hacer de esta medida.
Al mes siguiente, en octubre, se celebró un pleno extraordinario para aprobar las ordenanzas fiscales de 2018, que también salieron adelante con el respaldo del PSOE.
Dos en cinco días
Noviembre fue un mes ajetreado en este sentido, ya que hubo dos sesiones extraordinarias en apenas cinco días. El motivo fue un modificado que presentó el Gobierno local por el que quería destinar nueve millones de euros del superávit del presupuesto del año anterior a diversas inversiones. El PSOE entendió que por lo menos la mitad de esos fondos debía reservarse para reducir deuda.
La Marea llevó el documento a pleno sin haberlo pactado y se topó con el rechazo de la corporación a pesar de presentar una enmienda que elevaba a dos millones el dinero para deuda. Cinco días después, y tras acceder a las peticiones del PSOE, hubo otro pleno en el que ya salió adelante.
Finalmente, los últimos días del año no se libraron de plenos extraordinarios. El 22 de diciembre hubo una sesión para la aprobación definitiva del IBI y una semana después otra para el visto bueno inicial al presupuesto, solo un día más tarde que en 2016.
