8º-16º
martes | 30 abril | 2024
Visto para sentencia el juicio contra el propietario de la Casa Gótica por un supuesto delito contra el patrimonio histórico por el desmontaje de la fachada del inmueble, en el número 5 de A Cerca. Después de más de cinco años de investigación, el asunto se “despachó” en algo más de dos horas en el juzgado de lo penal 4 de A Coruña con la declaración del acusado, José Luis Lousa Souto, y la comparecencia de una decena de testigos y un perito de la Consellería de Cultura.
Tanto el Ministerio Fiscal como el Ayuntamiento de Betanzos, que ejerce la acusación particular, solicitan pena de prisión, multa e inhabilitación profesional. La defensa pide su absolución porque, según alegó, “la Casa Gótica no está singularmente protegida”, con lo que no precedería la aplicación de tipo penal que citan los acusadores.
En sus conclusiones, la fiscal se mostró tajante y, tras calificar de “indignante” y de “absolutamente pasiva” la actitud de Lousa Souto, no dudó en definir los hechos como un “derrumbe progresivo y grosero de la edificación” del número 5 de A Cerca.
Por vía de informe, la representante del ministerio público apuntó a “una relación de hechos extraída del análisis de las actuaciones perfectamente documentada y ratificada en la vista de esta mañana por quienes los vieron, incluso peritos que intervinieron en los expedientes”. Estos se remontan a 2003, año en que se elabora un primer estudio y abarcan hasta la fecha de precinto, el 2 de octubre de 2008.
La declaración de Lousa, que la Fiscalía consideró “muy expresiva”, puso de manifiesto que el propietario de la vivienda conocía la situación del inmueble, señalado como el más antiguo de Betanzos. Él mismo aseguró haber “desmontado piedra a piedra” la vivienda pero negó haberla “demolido”, e insistió en que lo hizo, aunque sin licencia, para proteger la seguridad de los vecinos, “obligado porque empezaron a caer piedras”.
El acusado reiteró en varias ocasiones su apego a la vivienda, llegando a declarar que nada le hubiera hecho “más ilusión” que “poder conservarla”, tras comprarla “con la ilusión de que fuera mi casa y mi estudio”. “A todos nos gustaría tener una casa así”, afirmó el titular del edificio, que la comparó con “una novia”.
Su defensa considera que las acusaciones parten de “dos premisas manifiestamente erróneas” al entender que el propietario no solo no ha ejecutado un derrumbe, sino que “lo ha impedido con el desmontaje de la fachada”. “El edificio en cuestión llevaba en ruina más de cincuenta años”, intervino el letrado Eduardo Aguiar Boudin.
Además, el abogado de Lousa Souto insistió en que “el objeto de juicio no es aclarar si la conducta del acusado es legal o no, desde el punto de vista administrativo o urbanístico”, sino determinar “si es constitutiva de delito”; en este sentido, entiende que la acusación “se cae desde el momento que el número 5 de A Cerca, conocida popularmente como Casa Gótica, no está singularmente protegida”, sino que solo está dentro del perímetro de un conjunto histórico y catalogada con su propia ficha en el Plan Especial de Ordenación y Protección del Casco Histórico.
En su intervención final, Lousa reiteró que actuó “como hay que actuar”, al tiempo que se mostró “sorprendido” por “muchas cosas que se han dicho”.
