La Xunta recuerda que las personas son prioritarias y no las hectáreas calcinadas

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, afirma que “la orden” que sale en estos momentos desde su departamento, en plena ola de incendios forestales en Galicia –que afectan sobre todo a la provincia de Pontevedra–, es “que lo que hay que proteger son las vidas y las casas”. “Lo que menos interesa son las hectáreas”, aseveró.
En dos días ardieron ya más de 1.100 hectáreas, más de la mitad de toda la superficie quemada durante la campaña de alto riesgo de 2014 (2.000 hectáreas), pero la conselleira rechaza hacer comparativas, al igual que cuando se le pregunta si los responsables de la Xunta temen un verano aciago como el de 2006.

circunstancias favorables
Vázquez advierte de que durante los próximos días van a seguir unas condiciones meteorológicas adversas –con altas temperaturas y fuertes vientos– para la labor contra incendios. Son circunstancias estas favorables para la actividad incendiaria, que la titular de Medio Rural no se cansa de denunciar.
Pero “continuamente” continúan surgiendo focos, “de muy pocas dimensiones” y sobre los cuales el dispositivo es capaz de actuar para sofocar las llamas “en el momento”, que “es de lo que se trata”.
Con todo, la consellería esperaba, como así fue, una tarde “de nuevo complicada”, por las temperaturas, el viento y una actuación de “incendiarios” que “nunca se sabe por dónde va a ir”. “Los vientos pueden volver a llegar a los 100 kilómetros por hora en algunos puntos”, avisa Ángeles Vázquez.
Así las cosas, la conselleira defiende que la Xunta mantiene “todos los recursos” desplegados, en un dispositivo en el que se coordinan los efectivos de Medio Rural y también los de Vicepresidencia. Además, colaboran también agentes de la UME y “el ciudadano de a pie, llamando y echando una mano, ofreciendo cisternas”.
Los fuegos de los últimos días respondieron en gran parte de los casos a los denominados “incendios-espectáculo”, apunta Vázquez, “con un riesgo terrorífico” al registrarse “cerca de las casas”, en lugares en que, en función de cómo sople el viento, la velocidad de expansión de las llamas llega a ser “alta” y el riesgo que entrañan es “terrible”.
Al respecto, denuncia que “desde el lunes empezó una actividad anormal” y advierte de que “se está reforzando la actividad policial”. “Seguimos en muy alto riesgo”, incide.
Por último, destaca que existe “una indignación absoluta” entre los vecinos “porque hay mucha inversión” hecha en los montes, con dinero público y de particulares, y “es triste que alguien decida acabar con esa riqueza”.
En este escenario, las investigaciones para tratar de determinar el origen de los incendios avanzan y se centran en determinadas parroquias en las que se suele dar, verano tras verano, un elevado número de fuegos.