Descorchar el champán en Barcelona es posible

Descorchar el champán en Barcelona es posible
el igualada es el único equipo que celebró una liga en el palau, en la temporada 1996-97

No es imposible celebrar la consecución de un título en el Palau Blaugrana. Aunque el Barcelona tiene una alta efectividad, varios son los equipos –a los que el Liceo podría sumarse el próximo lunes– que han sido capaces de levantar un trofeo en la cancha de la Ciudad Condal.
Inaugurado el 23 de octubre de 1971, el Palau Blaugrana fue diseñado por Francesc Cavaller y Josep Soteras y su estructura proyectada por Florencio del Pozo. Desde la remodelación de 1994 tiene un aforo de 7.585 espectadores. Originariamente tenía cabida para 5.696 personas.
En numerosas ocasiones (26) se han definido títulos en el antro azulgrana: partidos de vuelta de finales europeas, de Copa o Supercopa a doble partido, finales a cuatro y alguna Liga.
Solo un equipo ha sido capaz de entonar el alirón liguero en el Palau. Fue el Igualada, que en la temporada 1996-97 se proclamó campeón tras el cuarto partido de la serie final por el título (2-4). Un año antes, el Liceo no pudo hacerlo al ser derrotado por 7-4 en el quinto y denifitivo encuentro de la eliminatoria final. En la campaña 2007-08 fue el Reus Deportivo el que sucumbió en la misma estancia (5-2).
Solo una Copa del Rey se definió en el recinto barcelonés. El Barça derrotó al Liceo (5-2), después del 3-3 de la ida en Riazor.
En Europa, tres equipos han sido capaces de descorchar el champán en el parqué azulgrana. El primero fue el Voltregá, que conquistó allí –de la mano de Pedro Gallén, a la postre técnico liceísta– la Copa de Europa de 1975 (4-6), tras haber empatado 5-5 en Sant Hipólit.
En 1990, el Seregno dio la campanada. Después de empatar (3-3) en cancha italiana, dieron la campanada venciendo en el Palau (6-7) y levantaron la Copa de la CERS.
En 1996, el Igualada se llevó una extenuante finalísima de la Copa de Europa, en la última edición a doble partido a día de hoy. En la ida, empate sin goles en Les Comes. En la vuelta, 2-2, prórroga... y 1-2 en los penaltis después de 22 lanzamientos. El técnico igualadino, Albert Tarrida, resumió la sensación tras la victoria de sus pupilos con una frase explícita: “Es un orgasmo ganarle al Barça una final europea y además en su casa”.
El camino ya está desbrozado. El Liceo no sería el primero. Igualada (dos veces), Vic (otras tantas), Voltregá y Seregno ya saben cómo es. Los verdiblancos también quieren saborearlo.

Descorchar el champán en Barcelona es posible

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