Es la enfermedad de las mil caras porque los síntomas varían mucho de unas a otras y la forma de atacar igual. La endometriosis se produce cuando un tejido que cubre la parte interna del útero se planta fuera de la matriz y se extiende por distintos órganos. Aunque el denominador más común a todas las que la padecen es un dolor muy fuerte durante la menstruación: “Non hai dúas endometrioses iguais”, revela la presidenta de la asociación querENDO, Carme Varela.
El colectivo nació hace cuatro meses para dar a conocer una dolencia silenciada que, sin querer, activa muchas especialidades juntas porque puede afectar desde la vejiga, el intestino o el aparato reproductor a los pulmones. Se sabe que un 10% de la población femenina la sufre en mayor o menor medida.
Sin embargo, la asociación achaca el mutis que impera sobre ella a que las mujeres son las primeras que tratan de normalizar su dolor de regla y a la poca sensibilización de algunos médicos, “que non lle dan importancia aos síntomas ou as derivan a outros”. Mientras, el mal sigue avanzando por el cuerpo hasta provocar daños irreparables.
Y es que desde la agrupación de afectadas advierten de que desde las primeras señales al diagnóstico final pasan de media unos ocho años. Hace 15 días, lograban conseguir el apoyo de los grupos parlamentarios para presentar una moción a favor de la implantación de más unidades especializadas que la de Vigo. En A Coruña, María González la demanda desde que con 33 años le detectaron unos quistes en los ovarios. Siete años después, la afectada ha pasado por el quirófano porque de un dolor fuerte con la menstruación, la paciente pasó a tenerlo crónico: “No podía estar más de dos horas en una reunión. Me tenía que levantar”. Sin un ovario y parte del otro, ni una trompa, así como con un tratamiento anticonceptivo al que no le puede dar días de descanso, la enferma asegura que son menos las molestias.
Sin embargo, en su caso pasó del centro médico al de especializades de O Ventorrillo y de ahí, al Materno para ser operada. Teniendo al mando a distintos doctores, “con criterios diferentes, lo que te siembra dudas”. Es por eso que pide una unidad para ellas y que el Sergas permita que las que están en grado 4 como Carme Varela puedan derivarse a hospitales que sí estén preparados.
En la actualidad, la presidenta está censada en Barcelona porque es la única forma de ser atendida por el equipo del Clinic, capitaneado por el médico Francisco Carmona, uno de los mayores especialistas en la enfermedad: “Él siempre dice que cuando te lo detectan pasan del pret-a-porter a la moda de corte y confección”, porque no hay un traje que le sirva a todas. Cada una presenta un cuadro muy distinto a la otra: “Afecta a moitos órganos e a unha chea de doutores”, dice Carmen.
Desde un dolor soportable a uno crónico que puede llegar a impedir que la afectada tenga relaciones sexuales o, lo que es peor, que haga vida normal, la endiometrosis llama a la puerta de Sanidad para hacer ver la importancia de unir criterios y luchar en un mismo frente con el objetivo de que su mal sea investigado en profundidad.