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martes | 30 abril | 2024
redacción > culleredo
Ya no se verán más bicicletas por el paseo marítimo de O Burgo mientras dure el invierno. Al menos las de titularidad municipal. Así lo ha decidido el gobierno local, que limitará el servicio de alquiler a las estaciones de primavera y verano, concretamente del 15 de abril al 15 de octubre, debido a la baja demanda que existe cuando aprieta el frío.
El último día para poder subirse a una bici del Ayuntamiento con abrigo y bufanda será el próximo jueves 29, cuando el paseo de O Burgo y el del río Trabe se queden huérfanos de estos vehículos municipales hasta mediados del mes de abril, ya entrados en primavera.
El concejal de Dinamización Local, Isidro Taibo, explicó que esta decisión del ejecutivo local está motivada por el escaso uso que se le dan a las bicicletas en otoño e invierno. Así, la eliminación del servicio durante la mitad del año permitirá ahorrar una importante cuantía económica de las arcas municipales.
Con esta nueva medida, como señalaron fuentes del consistorio, el servicio abarcará, con su nuevo calendario de funcionamiento, los meses de mejores condiciones meteorológicas y que, por tanto, registran un mayor empleo de las bicicletas, como se ha demostrado en los dos años que lleva en marcha este sistema de alquiler.
Ahora, el Ayuntamiento entablará conversaciones con la empresa encargada de este servicio para reducir aproximadamente a la mitad el gasto que de manera anual se viene realizando, que asciende hasta los 35.000 euros, un importe en el que además se incluye el mantenimiento de las propias bicicletas y del sistema de alquiler.
El gobierno local recordó que para poder usar estos vehículos, los usuarios emplean una tarjeta que les permite recogerla en cualquiera de las tres estaciones que hay ubicadas en O Burgo: la que hay junto al puente, en Fonteculler; otra al inicio del paseo y, por último, en Acea de Ama, en el paseo del río Trabe.
Puesta en marcha > El servicio de alquiler de bicicletas de Culleredo arrancó a principios de diciembre de 2009, unos pocos meses después de que lo hiciera en A Coruña.
No obstante, al principio algunos vecinos se quejaron del nulo funcionamiento del sistema, ya que solo existía una estación, algo que quedó pronto corregido.
