Los bomberos de Arteixo abogan por reforzar los parques comarcales

Los bomberos  de Arteixo abogan por reforzar los parques comarcales
lópez rivas es portavoz sindical en arteixo y miembro de la mesa intersindical susy suárez

“La duplicidad no es necesaria, pero si desaparecen los Grumir –Grupo Municipal de Intervención Rápida–, ¿por qué no aprovechar una plantilla con experiencia para arreglar el desfase comarcal de personal?”, expone José López Rivas, portavoz sindical del parque de bomberos de Arteixo y miembro de la mesa intersindical del mismo cuerpo.
Esta propuesta la respalda por la situación diaria de su trabajo: los efectivos suelen ser tres o cuatro personas para atender a una población que ronda los 120.000 habitantes. “En el resto de España las dotaciones son de cinco o seis”, señala el bombero.
La consecuencia más directa y tangible, aunque no la única, es que el material del que se dispone, como los camiones, está infrautilizado. Por ejemplo, la base de Arteixo tiene “cinco camiones, pero solo hay gente para conducir dos”. La siguiente consecuencia es que ante una emergencia, “parece” que su seguridad “es secundaria”. En este apartado, los bomberos pueden citar mil ejemplos en los que han tenido que actuar forzando al máximo su integridad física por no tener más refuerzos.

Homogeneizado
López Rivas, como miembro de la mesa intersindical que representa a todos los parques comarcales de Galicia, explica que, cuando la Xunta anunció su intención de modificar el mapa de emergencias (suprimir los Grumir y crear los GES –Grupo de Emergencias Supramunicipal), los representantes de los bomberos acudieron a la Xunta para colaborar en estos cambios.
“Expusimos varios problemas y, al final, lo hicieron a su forma”. Explica que desde los sindicatos quieren que “se cubra toda Galicia” y resalta su apoyo al personal del Grumir. Pero, dicho esto, añade que la administración plantea un “servicio distinto al que ya existe en vez de aumentar” el actual y la comunidad queda cubierta gracias a “la escasez de personal”.
Recuerdan que en Galicia existe una ley que defiende la homogeneización del servicio de emergencias en toda la comunidad y parece que “están haciendo lo contrario”.
Es decir, “se aboga por un sistema bien hecho, que cubra toda Galicia, pero en buenas condiciones”. En este apartado destaca el hecho de que el personal que forme parte de los GES solo tendrá  “setenta horas de formación básica”.
A ello se suma que los efectivos estarán coordinados por el 112 y en una emergencia, por el parque de bomberos de su zona:  “No parece lo más adecuado”. En un principio los efectivos de cada GES serán tres personas por turno. “¿Quién rescata al rescatador?”, se pregunta.
Dada la precariedad en lo que a personal se refiere, uno de los aspectos en los que López Rivas pone el acento es que “el servicio recae sobre las personas que acuden a una emergencia”. “Eso lo tienen que arreglar –dice–; aquí, cualquier servicio se basa en que el personal va en precario en seguridad y asume más riesgos”.
Con su apuesta de incrementar el personal en los parques comarcales, indica López Rivas que acudieron a Santiago con su intención de “comprometerse a colaborar” en la reorganización de los servicios de emergencias, pero parece que sus reclamaciones no fueron atendidas.

“Prisas”
“Hace un año no se sabía nada de esto y ahora les entran las prisas para cubrir toda Galicia”, lamentan desde el parque arteixán.
Para los bomberos, el modelo planteado por la Xunta se caracteriza por sus “incoherencias”. Inciden en la necesidad de ampliar la plantilla y consideran que el motivo real del proyecto autonómico es que “se acaba la subvención del Grumir y lo ocultan por el GES”. Reiteran que una de las primeras comunidades que implantó antes la legislación de emergencias fue Galicia. Aunque en otras comunidades fue más tarde, aquí “no está implantado”, vistas las diferencias entre unos y otros servicios.
Respecto a las competencias López Rivas explica que los bomberos mantendrán las que ya tienen, que se resumen en un principio muy claro: “Salvar vidas, bienes, inmuebles y medio ambiente”, por lo que la desaparición de los Grumir no supondrá un incremento de sus tareas. Eso sí, puede que “aumente el trabajo en casos puntuales”.
A toda esta situación, se suma el hecho de que los parques de bomberos están gestionados por una empresa privada. Mientras la adjudicataria cobra “la contrata sin modificar y a pesar de la crisis, quieren utilizar la reforma laboral para su beneficio y ganar dinero”, concluye López Rivas.

Los bomberos de Arteixo abogan por reforzar los parques comarcales

Te puede interesar