El hombre que abusó de su pareja y de un menor tenía dos condenas previas por hechos similares

El hombre que la semana pasada aceptó en la Audiencia Provincial una condena de 13 años de cárcel por abusos sexuales repetidos a su compañera sentimental y un hijo de esta, menor de edad, durante las crisis de su adicción al alcohol acumula ya otras dos condenas previas por hechos similares. Antes de que lo hiciera un tribunal coruñés, uno en Andorra y otro de Santiago de Compostela lo habían culpado de delitos de abusos, perpetrados antes de 2005 contra las mismas personas, y, de hecho, en uno de los procedimientos anteriores, la madre del niño llegó a ser detenida e imputada por un delito de omisión del deber de socorro, ante la posibilidad que hubiera podido permitir esa conducta sobre su hijo.

Eso no impide que su defensa, que ejerce el abogado Diego Reboredo, del despacho de José Ramón Sierra, solicitara al tribunal de la sección primera una reducción del tiempo de reclusión, en atención al artículo 76 del Código Penal, que establece que el máximo de cumplimiento efectivo de la condena de un culpable “no podrá exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la más grave de las penas en que haya incurrido”. De estimarse esta pretensión, que ha contado con el apoyo de la Fiscalía, el hombre cumpliría nueve años de cárcel por esta última causa.

Esa condena se refiere a hechos ocurridos hace siete años, tal como reconoció el hombre el pasado día 19 ante los magistrados de la Audiencia, durante su convivencia con su pareja y sus dos hijos en domicilios de Santiago y, posteriormente, en Sigüeiro. Tal como se entendió probado, los abusos contra ambos se repitieron en las fases de recaída del tratamiento que seguía desde hacía años de deshabituación del alcohol, una patología que ya le había costado un ingreso psiquiátrico.

En ese tiempo, en al menos tres ocasiones forzó a su compañera a practicar con él sexo oral bajo coacciones, que se concretaban en el uso de un cuchillo que empleaba para forzarla a plegarse a sus deseos sexuales.

Carta > En cuanto al menor, la Fiscalía señalaba en su escrito de conclusiones que en octubre de ese año también fue objeto de las mismas conductas, al ser sometido al menos una cez a prácticas sexuales por parte del novio de su madre, y que, según esta fuente, el niño ya había sufrido dos años antes.

No obstante, la defensa cuenta con una carta escrita por el menor en la que se retractaba de esta acusación, carta que no llegó al valorar el tribunal al cerrarse la sentencia por acuerdo.