La retirada de la mediana de La Marina pone fin a los proyectos del bipartito

La retirada de la mediana de La Marina pone fin a los proyectos del bipartito
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Poco queda ya del legado del bipartito en calles como General Sanjurjo u Orillamar. Dos de los tres famosas sendas verdes que inauguró el exalcalde Javier Losada a principios de 2011 fueron remodeladas después por el ejecutivo de Carlos Negreira. Ahora el Ayuntamiento se centra en La Marina, donde ayer, como consecuencia de las obras para la reurbanización de la dársena y la ejecución del túnel entre Correos y Puerta Real, se inició la retirada de otro elemento polémico, fruto del modelo de ciudad que tenía en mente la anterior corporación: la mediana que recorre la avenida de Montoto, que se estrenó en octubre de 2010 junto con una ampliación de aceras, que tuvo un coste de un millón de euros, financiados con fondos estatales.
Los trabajos para la retirada de este elemento pensado para luchar contra la doble fila, y que, en su día, provocó las protestas de los hosteleros, comenzaron ayer. De nuevo, el tráfico en la zona se vio afectado, con retenciones puntuales en la zona. Según el Ayuntamiento, su eliminación permitirá garantizar la circulación a través de la ruta Los Cantones-O Parrote, la única que quedará disponible una vez se cierre al tráfico el túnel de María Pita el miércoles. Ahora, en la urbanización de La Marina, el ejecutivo popular invertirá cerca de 6 millones de euros, cantidad a la que hay que sumar los cerca de 11 millones del túnel.
Además de la reforma de La Marina, el bipartito local concluyó su mandato con la inauguración del “bulevar” de General Sanjurjo, donde se colocó otra mediana ajardinada, y el corredor verde de Orillamar. En la remodelación de estas tres calles el anterior gobierno local invirtió más de 5 millones de euros. La reforma de Orillamar duró poco tiempo intacta. Tras su estreno el 27 de marzo de 2011, en mayo de 2012 el gobierno local de Carlos Negreira tuvo que reformar de nuevo la calle por desperfectos en la misma. El motivo: la mayor parte de los adoquines se había levantado. Al encontrarse la obra en garantía, el Ayuntamiento le exigió a la empresa constructora que arreglase Orillamar. Las obras iniciales costaron 2,3 millones de euros y el arreglo 205.000 euros. Desapareció el suelo de adoquín y regresó el asfalto.
El segundo gran cambio se llevó a cabo en General Sanjurjo. El diseño por el anterior gobierno nunca llegó a convencer a los comerciantes de la avenida porque, según aseguraban, suponía la eliminación de plazas de aparcamiento. El corredor verde, con una gran mediana ajardinada y aceras más anchas, se estrenó a mediados de febrero de 2011, tras siete meses de tensas obras.
En General Sanjurjo la anterior administración invirtió 2,7 millones de euros. Solo un año después, el equipo de Negreira presentaba un informe elaborado por el servicio de emergencias de la ciudad en la que se pedía la retirada de urgencia de la mediana por motivos de seguridad. En las obras de reforma de la reforma se gastaron 222.000 euros. Se iniciaron el 1 de agosto de 2012. Como alternativa para evitar la doble fila, se convirtió la calle en una vía prioritaria.

Un millón de euros en una barrera floral y la ampliación de las aceras

En junio de 2010 el anterior gobierno local inicio la reforma de La Marina. El proyecto, mucho menos ambicioso que el que había ganado un concurso de ideas para enterrar el tráfico y construir un párking, supuso la ampliación de las aceras y la colocación de una mediana vegetal, que separaba los dos carriles de circulación, y que tenía como objetivo evitar la doble fila. Su instalación trajo consigo la eliminación de plazas de aparcamiento y el cabreo de los hosteleros. Ahora el Ayuntamiento está decidido a peatonalizar La Marina. Para ello invertirá más de 16 millones de euros, cerca de 11 en un túnel y 6 en la reforma de la superficie. Para acometer el proyecto ayer se inició la retirada de la mediana.

Pablo Picasso, otro de los tres primeros corredores verde en el punto de mira

A los famosos –y polémicos– corredores verdes de Orillamar y General Sanjurjo se sumó a principios de 2011 el de la calle de Pablo Picasso. La obra tampoco gustó a los vecinos, que se quejaron de la eliminación de plazas de aparcamiento. Lo más llamativo del proyecto fue la colocación de unos badenes de hormigón que provocaron las quejas de los conductores, y que acabaron siendo también sustituidos por unas bandas menos aparatosas. El diseño de la calle nunca llegó a convencer, con un tramo pequeño de carril bici, que se unirá al que se instalará en el paso elevado de San Cristóbal, dentro de las obras de la tercera Ronda.

De senda verde a vía prioritaria vigilada

Con el argumento de que la calle no cumplía con los requisitos de seguridad necesarios, el Ayuntamiento ordenó retirar “por vía de urgencia” la mediana de General Sanjurjo. En poco más de un año la gran barrera vegetal dio paso una vía prioritaria vigilada con más carriles de circulación.

La reforma de Orillamar no aguantó ni un año

Antes de que se cumpliese un año desde el estreno del corredor verde de Orillamar, la calle ya presentaba desperfectos. Al igual que en General Sanjurjo, el gobierno del PP decidió someter a la calle a una nueva remodelación, pero le cargó los costes a la empresa constructora, al estar la obra aún en garantía.

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