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Tras abandonar el viernes por el mal estado del mar y el fuerte viento, ayer el remolcador Sar Gavia volvió a colocarse sobre la perpendicular del Tabar, que permanece hundido a 22 metros de profundidad.
Los buceadores que participan en el dispositivo lograron ayer sujetar las eslingas maromas provistas de ganchos al casco, pero al intentar izarlo, las bitas postes más fuertes de la zona de popa cedieron y obligaron a posponer al menos hasta hoy la operación.