Luis Denís Crispín | “Fueron hechos al primer tacto de la pluma, sin corregir”

Luis Denís Crispín | “Fueron hechos al primer tacto  de la pluma, sin corregir”
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“Paraños” es un libro que no se parece a nada de lo que hay en el mercado. Eso sostiene su autor, Luis Denís, que lo compara con “Oficio de tinieblas 5”, de Camilo José Cela por la estructura, pero no por el contenido. El coruñés cuenta una situación por párrafo y se va del drama al humor surrealista sin pasar de capítulo. 

La suya es una prosa asequible, “bien escrita, de frases poéticas que no buscaba”. Salieron y desde que Casa Ruiz Morote lo publicó hace seis meses, el volumen va por la cuarta edición. Dice el escritor que cuando uno trata de afilar sentimientos, “te vas a parcelas de tu vida”, de lo profundo pasas a algo más liviano y fácil de masticar, “vas leyendo y te quedas desconcertado”. Lo bueno es que su pluma conjuga lágrima y risa a la vez, en una primera publicación que se dio mientras iba en busca de una novela. En ella aborda el amor y el desamor, el erotismo insinuado para que el lector ponga de su parte y complete. 

Él le da una serie de claves. “Paraños” funciona así como una consulta emocional, “lo puedes aparcar por donde te dé la gana”. Son pequeñas perlas literarias de espíritu galaico, aclarando desde el principio que fue escrito en uno y otro punto, “esperando la parada del autobús o durante un viaje en tren”, pero todos “fueron hechos al primer tacto de la pluma, sin corregir”. 

El lector queda así avisado de lo que se va a encontrar porque “todo autor le da tres mil vueltas, pero Luis no, “mi manera de ser es bastante impulsiva, es lo que me funciona”. Denís va a tumba abierta. Por eso, dice que su estilo es muy genuino. 

Su sello lo lleva hasta cuando escribía columnas en el periódico, donde siempre trató de poner literatura. Cuenta que Paraños es una montaña entre O Carballiño y Pontevedra, “un tramo de carretera que significó mucho en mi vida”, como la Rebeca de Du Maurier, que también tenía su espacio. Para Luis, este páramo es una realidad emocional, que salpimenta muchos de los 526 párrafos que conforman el ensayo.

Ninguno lleva título “para que deduzcas, como formularios a rellenar”. Fueron escritos a lo largo de cinco años. El autor los guardó a la espera de algo. Dice que está gustando. A las mujeres, más.

Luis Denís Crispín | “Fueron hechos al primer tacto de la pluma, sin corregir”

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