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martes | 30 abril | 2024
La directiva de la empresa gallega Pescanova, que está en situación de preconcurso, mantuvo el jueves la primera de una serie de conversaciones con los bancos acreedores.
Según informaciones recogidas, algunos de los miembros del consejo de administración no están contentos con la gestión que se ha llevado a cabo en la compañía, y son conscientes de que era necesario adecuar el endeudamiento del grupo a la nueva realidad, pero no creen que fuera necesario llegar al preconcurso.
La deuda total del gigante de los congelados se sitúa en torno a los 2.500 millones, muy superior al pasivo de 1.500 millones que presentaban las cuentas a septiembre de 2012, lo que sugiere que hay una cantidad importante de deuda fuera de balance. El viernes pasado Pescanova –que tiene unos activos de 2.300 millones según las cuentas del grupo a septiembre– solicitó el preconcurso alegando que no podía presentar las cuentas sin salvedades del auditor.
Pescanova se acogió así a una figura legal que le concede cuatro meses para renegociar la deuda con sus acreedores, tras los cuales deberá presentar concurso si no se produce este acuerdo.
El grupo presidido por Manuel Fernández de Sousa Faro decidió acogerse al paso previo a la liquidación ordenada al encontrarse con un problema de liquidez a corto plazo, tras no haberse renovado líneas de crédito que tenía con algunos grupos de cajas de ahorros, que están cerrando el grifo crediticio ante las necesidades de saneamiento de su balance. La empresa comunicó que ha designado a Houlihan Lokey como asesor para negociar con los acreedores.
Mientras, Pescanova truncó ayer en la Bolsa la recuperación de los días anteriores y lideró las pérdidas con una bajada del 10,4%.
