El plan de movilidad será el que establezca si San Andrés se cierra los fines de semana

San Andrés podría ser peatonal. Pero solo de viernes a domingo. El alcalde, Carlos Negreira, asegura que liberar de coches la calle durante determinadas horas es un modelo que se está aplicando “con éxito” en otras ciudades. Por eso, el Ayuntamiento tiene previsto estudiar esa posibilidad dentro del nuevo plan de movilidad que está elaborandol, y que marcará las directrices a seguir en materia de tráfico.

Según el alcalde, será ese documento el que establezca si San Andrés reúne las características para poder ser “semipeatonal”. También tendrán algo que decir, tal y como recalcó ayer el regidor, los vecinos y los comerciantes de la zona. “Nosotros no vamos a hacer algo porque nos empeñemos en María Pita; aquí, en María Pita, no se piensa al margen de los ciudadanos, sino que se piensa con los ciudadanos, los vecinos y los comerciantes para hacer la mejor ciudad y la mejor actuación”, matizó el primer edil, que está convencido de que la propuesta podría mejorar las capacidades de una calle que pide a gritos una reforma.

La idea de peatonalizar San Andrés durante los fines de semana fue una posibilidad que el Ayuntamiento planteó a vecinos y comerciantes durante la última reunión que mantuvieron para concretar las fases de la reforma que se pondrá en marcha hoy. De hecho, el propio presidente de la asociación comercial Área Obelisco, Antonio Amor, comentaba la semana pasada que los empresarios de la zona estaban dispuestos a aprovechar el corte de tráfico en San Andrés –entre rúa Nueva y la calle de Panaderas– para organizar diversas actividades en la calle, en especial durante carnavales. Para Amor, esta podría ser, incluso, una prueba para saber si compensa o no eliminar la circulación rodada de la vía.

Molestias > Será hoy, a las diez de la mañana, cuando se cierre al tráfico San Andrés, desde rúa Nueva hasta la calle de Panaderas, para dar salida a las obras de remodelación entre la iglesia castrense y la plaza de Pintor Álvarez de Sotomayor. Entre los residentes y los comerciantes en la zona existe cierta preocupación sobre cómo podrían afectar los trabajos a la actividad diaria de la calle. Negreira garantizó ayer que, tanto la Concejalía de Urbanismo como la de Movilidad, están tomando “las medidas adecuadas para minimizar el impacto de las obras”.

“No solo estoy preocupado, sino que estoy ocupado”, confesó el regidor en relación con el trabajo que, tal y como indicó, está llevando a cabo el Ayuntamiento para sacarle el máximo partido a la remodelación, que espera que sirva para reactivar el sector comercial del centro de la ciudad. “Merece la pena que hagamos esta primera parte de las obras, que se completará con una segunda fase que irá desde la iglesia hasta la plaza de Pontevedra”, destacó el pimer edil popular.

Los trabajos tendrán un coste de 650.000 euros y se desarrollarán, por fases, hasta octubre. Con la reforma, San Andrés pasará a ser una calle de plataforma única, al estilo de rúa Nueva, en la que coches y peatones están a la misma altura. La remodelación servirá también para acometer otras actuaciones de carácter más técnico, como la sustitución de canalizaciones, del suministro eléctrico, agua, gas y telefonía. Además, se renovará todo el alumbrado. El proyecto incluye la sustitución de la mayor parte de las farolas que cuelgan de las fachadas por otras luminarias de pie.