El papa Francisco ordenó ayer a diez nuevos sacerdotes de la diócesis Roma en una solemne ceremonia celebrada en la Basílica de San Pedro, en la que los jóvenes se presentaron uno a uno ante el pontífice argentino.
Son seis italianos, dos indios, un argentino y un croata, quienes al comienzo de la liturgia de ordenación se presentaron ante diciendo: “Aquí estoy”.
Durante la homilía, el papa les instó a dar la palabra de Dios que “vosotros mismos habéis recibido con alegría, recordad a vuestras madres, a vuestras abuelas, a vuestros catequistas, que os han transmitido el don de la fe”. El único objetivo de los sacerdotes “debe de ser satisfacer a Dios no a vosotros mismos”, advirtió el papa, quien pidió a los nuevos sacerdotes que no sean “funcionarios” sino pastores que “no se cansen de ser misericordiosos”.
Tras la homilía del pontífice, se pronunciaron los compromisos de los elegidos, se cantó la letanía de los santos con los diez presbíteros postrados en la tierra y la oración de ordenación.