Os Castros exige obras en la ronda de Outeiro para evitar las continuas caídas

Os Castros exige obras en la ronda de Outeiro para evitar las continuas caídas
Las caídas en el paso de cebra son constantes, según los vecinos | quintana

Es una de las quejas que desde la asociación vecinal Oza Gaiteira Os Castros llevan formulando desde hace meses. Además de la necesidad de una reforma que convierta el barrio en transitable con la instalación de escaleras mecánicas o elevadores, los vecinos se ven obligados a esquivar el paso de cebra del número 31 de la ronda de Outeiro por miedo a caer.


El presidente Paulo Sexto señala que hace dos semanas recibieron una carta del Ayuntamiento, en la que les aseguraban que las obras de reparación de la calzada se ejecutarían con la máxima brevedad posible: “No sé lo que significa eso para ellos, pero de momento todo sigue igual. La gente se está cayendo todo el rato porque el firme de la carretera está hecho una pena”.


Además, el elemento está situado a pocos metros del centro de día, por lo que el tránsito de la Tercera Edad es continuo, un peligro que tiene el añadido de que las líneas están despintadas y puede dar lugar a despistes por parte de los conductores. El entorno tampoco está mejor. Las aceras están levantadas y caminar por ellas supone una odisea para los mayores y no tan mayores. En la calle de Montiño también están a la espera de los trabajos pendientes: “Hace tres meses que están licitadas las obras”. Estas convertirán el vial en uno de un solo sentido, porque si se cruzan dos coches, uno tiene que montar la acera, según Sexto. Los márgenes presentan el mismo estado “lamentable” que los de la ronda de Outeiro.


En general, la asociación critica la inactividad municipal por un barrio que cada vez es más intransitable.
 

Escaleras
Piden un ascensor en la calle de Pintor Vilar Chao ya que, en la actualidad, los vecinos tienen que superar un tramo importante de peldaños: “Pedimos que Jacinto Benavente se adecente”. Otro de los puntos negros es la conexión entre las calles de Laureano Mediante y la Merced, con una escalinata que dificulta el paso.


Lo mismo ocurre en el área comercial, donde solo resiste un local abierto, y que une la avenida de Oza con la calle de la Merced a
través de una angosta cuesta con


escalones. Además, la infraestructura llama la atención por las pintadas y una situación decadente, que afecta directamente al pequeño comercio porque difícilmente pueden atraer a la clientela si el entorno no favorece.

Os Castros exige obras en la ronda de Outeiro para evitar las continuas caídas

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