Un relojero coruñés viaja a Madrid para analizar la negativa de Suiza a suministrar material al sector

Un relojero coruñés viaja a Madrid para analizar la negativa de Suiza a suministrar material al sector

La Asociación Nacional de Profesionales Relojeros Reparadores (Anpre) celebró ayer en Madrid una asamblea para debatir, entre otros temas, la amenaza de Suiza al sector al negarse a distribuir piezas para arreglar los aparatos. Un único representante gallego, el coruñés José Antonio García, participó en este encuentro al que asistieron 70 profesionales independientes.
El debate en el seno de la agrupación, que formaron cinco amigos –entre ellos García de PostVenta Relojeros– surgió después de que “las grandes firmas suizas” informaran de que “no quieren suministrar repuestos”. 
Pese a que en su mayoría los relojeros se formaron en el país, ante esta posición se sienten amenazados. “No quieren vender repuestos si no les compramos sus máquinas, que normalmente tienen unos precios inalcanzables para los talleres”, afirma el fundador de la empresa ubicada en San Andrés. 
Por ello, una de las técnicas de contraataque será acudir a la Comisión Europea, para que esta medie en un conflicto en el que también se ven perjudicados trabajadores de “Italia y Alemania”.
Otro de los problemas que denuncian desde el sector es que existen “mucho intrusismo”, que en cierto modo les perjudica. 
Por este motivo, en el encuentro celebrado en la capital de España, plantearon la posibilidad de crear un sello de calidad, que los distinga ante sus clientes.
Sea como fuere, en PostVenta relojeros confían en seguir a flote puesto que actualmente unas 40 marcas los tienen como servicio técnico oficial. “Somos el único centro de Galicia que aglutina tantas”, afirma el relojero, cuyo equipo se compone de seis personas. 
De hecho, el propio gerente y fundador viajará en los próximos días a Suiza para finalizar un curso de formación con una de las firmas que están incluida en su cartera.
Además, en el negocio llevan unos años explorando un nuevo mercado que se ha hecho necesario a raíz de la crisis. 
García concreta que, aunque habitualmente trabajan con el cliente “profesional”, ahora también están “empezando con el usuario final”. 
Por ello abrieron hace relativamente poco un establecimiento a pie de calle en pleno San Andrés.
En paralelo a esa atención, también realizan reparaciones de relojes antiguos que cualquiera se puede encontrar por casa.

Un relojero coruñés viaja a Madrid para analizar la negativa de Suiza a suministrar material al sector

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