La octogenaria de Padre Feijoo muestra su disgusto por mudarse a un piso de Eirís

Aurelia Rey, la octogenaria cuyo intento de desalojo en Padre Feijoo fue abortada por una manifestación organizada por el grupo Stop Desahucios a mediados de febrero, se irá finalmente a un piso de la Xunta situado en Eirís. La costurera jubilada confirmó ayer que había tomado esa decisión a pocos días que se agotara el plazo acordado con su actuales caseros. Sin embargo, eso no quiere decir que se sienta satisfecha por cómo ha salido todo. La octogenaria volvió a insistir que le habían hecho “una liorta”, y que todo el proceso había sido manipulado por sus caseros, a los que aún acusa de haber contratado a un sicario para lanzar un explosivo que quemó parte de su casa. “Eu sei quen foi, aínda que non teño probas”, repite.

También desgrana una serie de quejas contra sus vecinos, a los que reprocha haber arrojado orines en su pasillo. De todos modos, también reconoce el apoyo que recibió del público “non se crían que duascentas persoas puideran vir a apoiarme, crían que ía estar sola, pero eu fun sempre unha persona impecable que nunca se meteu con ninguén”. En cuanto a las acusaciones de impago de alquiler, que sus caseros emplearon como causa para proceder al desahucio, siempre las negó.

“Foi todo unha mentira”, repite. La jubilada se mantuvo siempre firme en su negativa a abandonar al casa en la que vivió más de treinta años y en un principio, rechazó el piso que ahora acepta, por encontrarse demasiado lejos del barrio que conoce, igual que rechazó otro que le ofrecieron en Novo Mesoiro y los que le buscó la propia plataforma coruñesa de Stop Desahucios. Solo la falta de alternativas la ha hecho ceder.