El acusado de disturbios en una huelga dice que “chamou á calma”

El acusado de disturbios en una huelga dice que “chamou á calma”

  “Eu o que intentei foi tranquilizar á xente”. Con argumentos como este se defendió ayer ante la jueza el secretario de organización de Servizos de la CIG, acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores por su papel durante una de las jornadas de huelga desarrolladas en enero de 2010 por los trabajadores de los complejos deportivos. El episodio por el que ayer fue enjuiciado se registró en el polideportivo de A Barcala, entre un piquete formado por una veintena de personas y varios trabajadores que se incorporaban a su puesto.

La Fiscalía sitúa al sindicalista en ese grupo de huelguistas, y lo culpa de haber intimidado a varias personas que fotografiaron a quienes realizaban pintadas en el exterior del recinto. También le acusa de haber entrado en el pabellón y haber lanzado un extintor y arrojado bengalas en los vestuarios, acciones que, a sus ojos, componen un delito contra los derechos de los trabajadores y de daños que pueden costarle cuatro años de cárcel.

“Tiña claro que non podía haber follón, e chamei á calma”, rebatió el miembro de la CIG, que asegura que en todo momento se mantuvo fuera del polideportivo junto a los compañeros, intentando apaciguarlos cuando se elevó la tensión, como en el momento en que una persona sacó la cámara de fotos y diparó hacia los miembros del piquete.

En la versión de los testigos, las fotografías se hicieron a las personas que estaban escribiendo consignas como “pechado por folga” o “esquiroles” en las paredes, pero los sindicalistas que ayer declararon en favor del acusado niegan estas acciones, y, como él, aseguran que los mensajes estaban ya en el pabellón.

 En la prensa > Tampoco aceptan los integrantes de aquella concentración que el secretario de Servizos intentara impedir el paso a quienes intentaban incorporarse a su puesto laboral y el propio acusado no pudo decir por qué el denunciante le señala como la persona que llegó a agarrarle por la pechera, preguntando a gritos por “o da cámara”. “Non sei por que me acusa a min ese traballador. Será porque era portavoz e se me vía por ahí, saíndo na prensa”, aventuró.

El escrito de acusación sitúa, minutos después, al acusado dentro de las instalaciones deportivas, causando daños con un extintor y unas bengalas, una conclusión que deriva de la declaración de un testigo. Ayer, este trabajador prestó declaración, y confirmó que vio cómo el hombre que tomaba fotografías era atacado por un grupo de unas 35 personas. Según su testimonio, se refugió en los vestuarios; fue entonces cuando vio al sindicalista encausado dentro del pabellón, con el extintor en la mano, y llegó a enzarzarse con él.

Los daños que se causaron dentro de la instalación están tasados en unos 95 euros, y el fiscal quiere que, a mayores de su abono, el procesado permanezca 12 días en situación de localización permanente a modo de sanción. En su escrito también reclama el pago de 3.800 euros, en concepto de multa.

El acusado de disturbios en una huelga dice que “chamou á calma”

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