La Xunta, a través de la Consellería de Medio Ambiente, recibió un total de 36 ofertas para la ejecución de la obra de reparación del puente de O Pedrido, situado sobre la ría de Betanzos y que enlaza los municipios de Bergondo y Paderne.
Las previsiones del departamento que dirige Agustín Hernández son las de adjudicar los trabajos en menos de un mes, con el objetivo de poder iniciar la misma el próximo mes de mayo.
La Xunta destaca que la puesta en valor de la infraestructura cuenta con un presupuesto de más de 2,3 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 16 meses. Asimismo señala que en las inspecciones realizadas, el pasado año, no se constataron síntomas de deficiente comportamiento estructural.
La actuación se justifica, según el Gobierno autonómico, por los daños superficiales detectados en el puente, que tienen como consecuencia una reducción en la durabilidad de la infraestructura.
“El principal problema del puente consiste en la pérdida del recubrimiento de la armadura pasiva, lo que aconsejó una intervención sobre la obra de paso que repare los daños encontrados para, así, alargar la vida útil por los menos 25 años”, indican fuentes de la Xunta.
Características > El puente de O Pedrido tiene una longitud total de 518 metros, con 14 vanos. La actuación beneficiará a más de 72.500 personas que residen en los municipios de Pontedeume, Miño, Sada, Paderne, Bergondo y Oleiros, además de proteger un bien que está incluído en el Inventario das Normas Complementarias e Subsidiarias do Planeamento Provincial de 1991.
Las medidas correctoras adoptadas para la reparación de la estructura se centrarán en la realización de una serie de operaciones encaminadas a prolongar su vida útil y eliminar los fallos aparecidos.
Las actuaciones principales serán la eliminación de la vegetación enraizada en el hormigón, el sellado de fisuras, la reparación de desconchaduras, la limpieza de las humedades y la aplicación de pintura anticarbontación, la colocación de un gotero en cada uno de los extremos de la losa del tablero, la impermeabilización del tablero y la reparación de la barandilla, entre otros.
Las distintas inspecciones realizadas por la Consellería de Medio Ambiente han dejado constancia de que la causa fundamental del deterioro en la obra de paso es la carbonatación en zonas puntuales del hormigón, que provocó la corrosión de las armaduras y elementos metálicos, además de la expulsión del recubrimiento.
También se observaron daños por el reducido recubrimiento empleado en el puente. Eso implica que las zonas en esquina sean más susceptibles de sufrir la acción de los agentes agresivos, por tener dos caras de entrada.