La Cofradía de Pescaderos de A Coruña no solo denuncia los casos de furtivismo sino que después de varios operativos resueltos con éxito ha querido agradecer el trabajo de los efectivos de la Policía Autonómica y el Servizo de Gardacostas de Galicia en la lucha contra esta lacra. En los últimos días las fuerzas de seguridad lograron incautarse de casi 40 kilos de percebe en sendas actuaciones en la zona de la Torre y O Portiño.
La Policía Autonómica y los guardapescas contratados por la cofradía coruñesa para vigilar los entornos donde nace el percebe y evitar así la actuación de furtivos realizaron una actuación conjunta este sábado. En concreto consiguieron el decomiso de “11’5 kilos de percebe, tres salabardos e tres rapas” en el entorno del faro romano.
Este mismo lunes las dos entidades, con la colaboración de los guardacostas dependientes de la Consellería do Mar que actuaron desde la embarcación “Paio Gómez Chariño”, lograron evitar que otros mariscadores ilegales descubiertos en los alrededores del Millennium sacasen al mercado 27 kilos del preciado marisco. Además, los agentes se llevaron del lugar “cinco salabardos e tres raspetas”.
Daños a la extracción
Según fuentes de la institución coruñesa, el producto incautado fue entregado a la Real Institución Benéfico Social Padre Rubinos para que lo incorporasen a su menú.
Al margen de esta aportación solidaria, quisieron agradecer la labor de las dos organizaciones porque “o seu constante e eficaz traballo está contribuíndo en grande medida a eliminar esta lacra que leva anos destruíndo as zonas de extracción de percebe”. Desde la cofradía señalan que las peor paradas han sido las piedras ubicadas junto a la Torre y las de O Portiño, que suponen el sustento de cerca de 40 profesionales legales del mar, por tratarse de unos espacios en los que el percebe es de “unha excelente calidade”.
Ahora se están produciendo ciertos cambios pero los pescadores advierten de que la actividad de los furtivos –que fue bajando en la ría de O Burgo porque la productividad ya es muy baja– que se dedican a esquilmar este tipo de producto sigue siendo “moi intensa”. De hecho, incluso han tenido que denunciar a los ilegales en varias ocasiones, la última en abril, por proferir “ameazas de morte e gravísimos insultos” a los guardapescas contratados.