Tomar un café rodeado por un espeso bosque y, al mismo tiempo, viendo las olas del mar romper contra la costa con la Torre de Hércules de fondo es posible, y todo ello sin necesidad de salir del abrigo de una cafetería.
Es posible en la Asociación de Artistas de A Coruña que, hasta el dos de septiembre, acoge los paisajes naturales de María José Fiaño Lois, en los que se entremezclan visiones más que conocidas por los coruñeses como el propio faro romano, hasta zonas arbóreas irreconocibles a simple vista, pero que no por ello dejan de carecer de sentimiento.
El principal objetivo de Fiaño es que las personas que se acerquen hasta la asociación y vean sus obras logren sentir algunas de las sensaciones o sentimientos que ella misma “ha vivido o sentido en alguna ocasión”. Asegura que le gusta pintar los lugares por los que ella suele pasar, y que quien lo observa se sumerja en esa atmósfera o clima que ella pinta en sus lienzos.
Son un total de 21 cuadros, “la mayor parte coruñeses”, pero con el punto en común de que todos son lugares por los que Fiaño pasó. Desde la Torre hasta los caminos de Pedralonga, pasando por As Lagoas, son algunas de las visiones plasmadas al óleo por la artista.
Constante aprendizaje
“Yo lo único que intento es aprender con cada cuadro y buscar en cada uno lo que yo siento cuando estoy en la naturaleza”, explica Fiaño. Hace “muchos años” que pinta, pero asegura que fue desde “poco antes de jubilarme” cuando se empezó a tomar esto un poco más en serio, hasta el punto de tener su estudio, donde compone y crea sus obras.
A pesar de estar exponiendo estas 21 obras, ya tiene alguna pieza más en proceso de creación. “Cuadros en marcha siempre tengo muchos”, porque “yo actúo mucho por impulsos”, explica Fiaño entre risas.
Además, la artista siempre está receptiva a nuevas ideas y opiniones que, tal y como ella misma relata, le ayudan a “seguir aprendiendo”. Cuenta que se suele pasar por la asociación de artistas para charlar con la gente que ve sus obras y escucha atentamente todas las críticas, “tanto las buenas, como las malas”. Precisamente, durante el tiempo que lleva activa esta muestra, “ya empecé dos obras nuevas”, a raíz de mensajes y opiniones de visitantes.
Las ideas también nacen de viajes, en concreto de sus peregrinajes a la capital española, donde aprovecha para visitar las múltiples pinacotecas e inundar su mente de nuevas propuestas y conceptos que le ayudan a “cerrar” sus propias obras.