Pequeñas esculturas de tela en movimiento

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  Reportaje de marta garcía márquez

marta stella diseñadora de tocados

Las define como pequeñas esculturitas de tela. Lo cierto es que esta valenciana ha hecho furor en la moda que, cada vez más, recurre a sus piezas en movimiento para darle un toque vintage al modelo. Marta Stella es pintora desde hace veinte años. Tiene un estilo metafísico que respira del surrealismo y es color.
De alguna forma, la artista traslada lo que hace sobre el lienzo a la cabeza de las chicas, que lucen sus tocados convencidas de que no habrá otro igual en la fiesta. Ni siquiera parecido. Stella no repite. Tampoco suele acudir a las tiendas donde se venden los cachivaches con los que otras diseñadoras construyen sus aderezos.
Si hace falta, se va hasta el puerto a por redes y no tiene problema en engarzar alambres a un conjunto, que es, en sí, una obra de arte. Su autora es nombrada por muchas bloggers y fue desde su participación en la última película de Pedro Almodóvar, “La piel que habito”, cuando sus tocados despuntaron a nivel nacional y, sobre todo, entre el faranduleo.
El hecho de que en la escena donde Antonio Banderas se casa, las chiquitas lucieran sus creaciones llamó la atención de actrices que hoy en día le solicitan pedidos. Es el caso, cuenta Stella, de Loles León, Bibiana Fernández o Melanie Griffith y sus hijas, a las que les regaló varios después del rodaje del filme en Galicia.
Con sedas, tules o cuerdas, cada uno de los complementos luce distinto sobre el cabello porque “si quiero plumas, me voy a una tienda de animales y no a las típicas tiendas”.
Stella dice ser una inconforme. No contenta con hacer su pequeña revolución en el mundo de la tijera, la creadora combina cuadros y esculturas ponibles y distribuye sus productos por los mejores comercios de Madrid.
Sus unidades se multiplican con el tiempo y las flores se enroscan entre el pelo de mujeres que se sienten más hermosas con uno de ellos. En rojos, ocres o negros. La mayoría recuerdan a las divas de los años 50, a las grandes del cine que se paseaban coquetas delante de la cámara por una de esas pelis de puntos suspensivos que filmaba un tal Alfred. Sí es cierto que se caracterizan por austeros, afirma Stella, pero además de ser elegantes, tienen un toque divertido. Un sello que también salta al pincel y completa el conjunto.

Tendencia > La diseñadora comenta que empezó a construir tocados al margen de las tendencias y casi al mismo tiempo que despuntaban Cardigan Bridge, que es como se conoce musicalmente a Rebeca Ponte, la diseñadora Cova Gutiérrez y la fotógrafa Cristina Cotelo, cada una en su especialidad. Son muchas los eventos en los que todas colaboran y si Cardigan Bridge actúa, lo hace con modelo y tocado de Gutiérrez y Stella, que, además, coinciden en gustos y suelen utilizar las mismas tonalidades.
Ella se han hecho un hueco en el mercado en un momento donde lo hecho a mano apenas tiene sitio donde acampar. Después de todo, los suyos son especiales y diferentes y no surgen de la fiebre que hizo que el tocado escapara de ambientes un tanto elitistas para ser feliz en la calle.
Adoptó un sinfín de continentes, tantos como la originalidad de quien los maneja y, en la actualidad, ya no tienen la exclusividad de bodas y bautizos. Se pueden ver perfectamente en una fiesta de un sábado cualquiera. Además, los tocados de Stella desfilan por internet. Cada uno que fabrica lo cuelga en su Facebook. En la ciudad se pueden ver físicamente en la tienda MorenaMía.
Marta Stella solo sigue una premisa. La que dice que hay que mirar siempre hacia delante. Y si es con una escultura de tela en la cabeza, mucho mejor.


 

Pequeñas esculturas de tela en movimiento

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